Sociopolítica

Contrato único de empleo: Mantenella y no enmendalla

Había un comisario europeo de empleo al que nadie conocía en España. Sin embargo, su nombre –Laszio Andor– saltó ayer a la fama tras hacer unas declaraciones en las que recomendaba la implantación en España de un único tipo de contrato laboral.

Ha sido muy llamativa la reacción casi unánime de los partidos políticos, los sindicatos, y la patronal, que han saltado como un sólo hombre para oponerse a la iniciativa. Sólo UPyD, que ya llevaba en su programa electoral la propuesta de crear un contrato único -con indemnización progresiva en caso de despido- ha considerado que la recomendación del señor Andor debería ser tenida en cuenta.

Es muy probable que ese tipo de contrato no fuera la panacea que permitiera terminar de un plumazo con el desempleo de seis millones de personas. Incluso es posible que la propuesta pudiera ser mejorada y complementada. Pero lo que no tiene sentido es que precisamente los partidos, los sindicatos, y la patronal que han configurado este estado de cosas en el que España se sitúa a la cabeza del paro se nieguen en redondo a revisar el sistema. No parece muy inteligente empeñarse en mantener un sistema que ha demostrado que no funciona.

Tampoco parece muy razonable que todos los debates en torno a las modalidades de contrato de trabajo pongan el foco en las condiciones de un posible despido, en vez de centrarse en la mejor manera de que la gente empiece a trabajar. Es casi tan anormal como si una pareja que va a contraer matrimonio mostrase más interés en acordar los términos de un hipotético futuro divorcio, que en encontrar vivienda, elegir el mobiliario, encargar el banquete y organizar el viaje de bodas.

Es ya muy larga la lista de iniciativas de Unión Progreso y Democracia que fueron rechazadas y despreciadas por los demás partidos, para terminar siendo defendidas como propias dos años después por los mismos partidos. A la vista de la energía con la que todos han rechazado esta idea, parece muy probable que dentro de uno o dos años la fuerza de la realidad obligue a adoptarla. Lo que me pregunto es cuántos puestos de trabajo más se habrán perdido para entonces.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.