Sociopolítica

De madrugada

Las cuatro de la mañana. Un piso en el centro de Madrid.

Dos chicos abren la puerta. Sin quitarse los abrigos se dirigen a la sala de estar.

Uno se pone al contrabajo y otro al piano.

El jazz se extiende por todo el edificio mientras algunos ignorantes se quejan.

CONTRABAJO: ¡Gran Noche!

PIANO: Indeed.

CONTRABAJO: Sabes que no tenemos para pagar el piso. Otra vez.

PIANO: Lo sé.

CONTRABAJO: ¿Qué piensas hacer al respecto?

PIANO: Lo mismo que tú.

Ambos cierran los ojos mientras las extravagantes notas provocan sensaciones irreconocibles.

CONTRABAJO: ¿Sabes que René también ha perdido el trabajo?

PIANO: Lo sé

CONTRABAJO: ¿Qué piensas hacer al respecto?

PIANO: Lo mismo que tú.

Ambos cierran los ojos mientras alguien aporrea la puerta.

CONTRABAJO: Lo mismo tenemos que emigrar de nuevo.

PIANO: ¿Alguna novedad?

CONTRABAJO: Y sin dinero.

PIANO: ¿Alguna novedad?

CONTRABAJO (mientras deja de tocar): Jodida crisis

Acto seguido prepara un par de JackDaniels on the rocks. Alguien sigue aporreando la puerta. Los deja sobre una mesa entre los dos instrumentos y comienza a tocar de nuevo, siguiendo al del piano. La melodía se va transformando en algo oscuro, sin prejuicios.

CONTRABAJO: Todo el mundo está sin trabajo.

PIANO: No todos. Mira por ejemplo el panadero. Parece que le va bastante bien.

CONTRABAJO: La semana que viene cierra la tienda.

PIANO: ¡Joder! Si el panadero cierra la cosa pinta mal.

CONTRABAJO: Tendremos que emigrar de nuevo.

PIANO: Como en casa no se está en ningún sitio.

CONTRABAJO: ¡Qué gran noche!

PIANO: Indeed.

Alguien sigue aporreando la puerta. Esta vez con más intensidad.

CONTRABAJO: ¡Hijos de puta! Menuda multa por meterme en una calle residencial. ¡Si tenían cortada la otra!

PIANO: Amen.

CONTRABAJO: Ya no saben de dónde robarte.

PIANO (Mientras se ríe a carcajadas): Poco nos pueden robar a nosotros.

CONTRABAJO: La dignidad.

PIANO: ¿Acaso la tenemos?

CONTRABAJO: La teníamos.

PIANO: Quizá, pero eso fue hace mucho tiempo.

CONTRABAJO: ¿Cómo vamos a pagar el piso?

PIANO: Tendremos que emigrar de nuevo.

La persona que aporrea la puerta pierde los nervios y comienza a gritar. Los dos amigos parecen no escuchar, o pasar completamente del que increpa. Tras unos segundos gritando, los golpes cesan.

CONTRABAJO: Este país se va a la mierda.

PIANO: Cómo pasó anteriormente.

CONTRABAJO: ¿Cómo puede haber tanto ladrón?

PIANO: Desde los comienzos de la historia humana.

CONTRABAJO: Al fin y al cabo ya lo decía Darwin.

PIANO:  ¿Dónde vamos esta vez?

CONTRABAJO: Pues como siempre. Donde acabemos.

PIANO: La isla de nuevo.

CONTRABAJO: Como en casa no se está en ningún sitio.

Los primeros rayos del sol aparecen ente los edificios. A su vez,  la sierra se va iluminando, presidiendo el paisaje de la ciudad. La cual se despierta, con su ritmo frenético.

Los dos amigos siguen tocando, cierran los ojos de nuevo. Se deslizan al mundo en el que todo es posible.

PIANO: ¿Recuerdas cuando nos mudamos a este piso?

CONTRABAJO: Qué tiempos aquellos…

PIANO: Todos vivíamos más o menos bien por aquel entonces.

CONTRABAJO: Algunos demasiado.

PIANO: Pero recuerdo que ya comenzaban las tensiones en los trabajos, la competencia desleal. La envidia.

CONTRABAJO: ¡Qué estúpidos! ¡Hemos perdido todos nuestros derechos!

PIANO: El individualismo.

CONTRABAJO: Somos seres ridículos.

PIANO: Al menos han clonado células madre.

CONTRABANDO: Y muy dentro de poco, microchip con acceso a google.

Ambos ríen estrepitosamente.

Se vuelven a oír los golpes en la puerta. Esta vez acompañados del grito: “¡Policía!¡Abran!”

Los dos amigos dejan de tocar y se dirigen al balcón.

Se encienden un cigarro cada uno.

Acto seguido una pareja de policías derriba la puerta. Van acompañados de uno de los vecinos.

POLICÍA ALTO: ¿Qué están haciendo ustedes?

CONTRABAJO: Fumar.

POLICÍA BAJO: Mira el gracioso. ¿No saben que no pueden poner el equipo de música a esta hora?

PIANO: ¡Vaya! Parece que sonamos bien.

CONTRABAJO: Sólo se molesta el que quiere.

VECINO: No es normal ese ruido a las 5 de la mañana.

PIANO: ¿Cómo se puede llamar ruido a una pieza de Mingus?

CONTRABAJO: Seres sin sensibilidad.

POLICÍA ALTO (Dirigiendo su mirada a la mesa situada en el centro de la habitación): Me temo que van a tener que acompañarnos.

Los dos amigos se miran sonriendo. Se encaraman a la barandilla del balcón y saltan.

PIANO Y CONTRABAJO: ¡Por Cospedal!

La pareja de policías y el vecino se dirigen rápidamente al balcón.

Los dos amigos corren calle arriba como alma que lleva el diablo.

VECINO: Artistas….

El amanecer se muestra con todo su esplendor mientras algunos se levantan, otros se acuestan, unos lloran y otros se deshacen de placer.

PAZ

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.