Sociopolítica

Rajoy, aprende un poco de Angela, chavalote, que nos estás arruinando

Del pragmatismo alemán, al caos español

Angela Merkel ha logrado su tercera victoria en época de crisis y con todos los merecimientos. Sin duda un sueño para cualquier político, incluido nuestro presidente del Gobierno, quien muy dudosamente, a la vista de su trayectoria y últimas encuestas, podrá alcanzar una segunda legislatura. La canciller alemana, gran defensora de las clases medias, con su demostrada inquietud siempre ha intentado gobernar con eficacia y rigor, única forma de mantener el país con un porcentaje de paro en torno al 5%. No hay más secretos don Mariano. Nada de componendas, reuniones secretas, eludir dar la cara, y mucho menos rodearse de algunos inútiles, ambiciosos y ambiciosas… Así funciona y en eso consiste ejercer el liderazgo en el siglo XXI.

Merkel conoce lo que a Alemania le conviene y necesita. No asusta a nadie pero tampoco tolera ser intimidada y manteniendo la misma línea de conducta desde que llegó al Gobierno. Cabría destacar diversos aspectos en torno al triunfo de la canciller, como por ejemplo, el haber superado todos los resultados vaticinados por las encuestas más optimistas. El respaldo de su electorado ha sido incontestable con su política y especialmente valorada su visión. Prueba evidente de la enorme confianza en ella depositada. Lo suyo no es ofrecer promesas sino resultados.

Quienes la conocen bien afirman que su éxito es debido al esfuerzo realizado, capacidad de trabajo, discreción, austeridad y una preclara inteligencia que le permite adelantarse a los acontecimientos y saber cuando debe actuar apoyándose en su experiencia y destacado sentido común del que está dotada. Predica moderación y ponderación aderezado con una naturalidad total acompañada de aplastante lógica. Sin ir más lejos, hace la compra en el supermercado de su barrio. No es nada del otro mundo pero sí comentable como un detalle más.

Comparativamente con la Administración alemana, la nuestra es elefantiásica en sus tres vertientes: central, autonómica y municipal, unido a diputaciones, empresas públicas, etc. Todas ellas dirigidas por una pléyade de políticos muy bien remunerados, cuyo exclusivo objetivo pasa por mantener sus privilegios, y cuando por fin tocan poder, dosificarlo entre familiares y amiguetes para ser reconocidos y satisfacer su ego. Aquí, el Gobierno y sus altos cargos, presuntos protagonistas en varios casos de corrupción, malgastan sus energías sometiendo a los ciudadanos a una presión fiscal que impide toda prosperidad a empresarios y autónomos, creadores de puestos de trabajo y verdaderos artífices de nuestro lento resurgir, mientras ellos se dedican a destrozarse y acusarse con el asqueroso y manido “y tu más”.

Es triste tener que reconocerlo, pero si no fuese por la heroica labor de algunos medios de comunicación, con su valiosísimo periodismo de investigación, todavía estaríamos mucho peor. De ahí el descarado interés de los gobiernos central y autonómico en intentar manipularlos, si bien, afortunadamente, no todos responden y aceptan de la misma forma sobornos y tentaciones….

Con el terrible lastre de seis millones de parados, aguantando mentiras y promesas que nunca se cumplen, tenemos que seguir soportando en plena euforia globalizadora, independentismos y adiestramientos (etnocultura) nacionalistas. Causa vergüenza ajena comprobar como todavía ciertos periódicos se dedican a ensalzar los grandes logros gubernamentales, y de paso, elogiando a nuestro silente presidente por sus permanentes indecisiones y elocuentes silencios…

A la gran reforma de verdad, la de las distintas administraciones, la que ni está ni se le espera, por el momento sigue sin ser abordada y morando en el “limbo de los justos”, ese espacio que hasta la mismísima iglesia católica ha borrado de su mapa como lugar de destino inexistente.

Rajoy se resiste a enfadar a los suyos y no está dispuesto a cambiar nada para que todo siga igual, de desastroso claro. Sufre observando como prospera ese injusto apodo de “Marianito el Breve” con el que le amenazan por considerar que no alcanzará una segunda legislatura, cuando se está dejando la piel por España y los españoles. Su problema es que nadie le cree, y de seguir así la situación, hasta el mismísimo Zapatero se permitirá la licencia de darle algún consejo cuando los suyos lo echaron a patadas del PSOE… ¡¡Tiempo al tiempo!!

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.