Cultura

Giselle: un drama romántico en danza

Consonancias, 52 

GISELLE‘Giselle’ es el prototipo de ballet romántico que lleva más de siglo y medio rondando por los escenarios de la danza. El pasado miércoles, 30 de octubre, llegó al Teatro Principal de Zaragoza de la mano de Concerlírica, una empresa especializada en distribuir por el mundo productos musicales y coreográficos de la Europa del Este, fundamentalmente de Ucrania. De allí procede el Ballet Nacional de Odessa que dirige Yuri Vasyuchenko, de larga trayectoria como artista emérito del Teatro Bolshoi de Moscú.

La obra, en dos actos, con música de los especialistas en el género Adolphe Adam y Ludwig Minkus, retrata el mundo campesino en contradicción con los ambientes de la nobleza en la Alemania medieval, y al mismo tiempo plantea la alternativa entre la vida ordinaria (primera parte) y la existencia post mortem (segunda parte) en un hipotético enclave poblado por los espíritus, en la mejor tradición decimonónica. La trama argumental tiene detrás a dos grandes de la literatura romántica: Heinrich Heine y Théophile Gautier. La coreografía presentada por los ucranianos pertenece también a grandes figuras de la escena, encabezadas por Marius Petipa.

La trama repite una vez más el eterno dilema entre el amor auténtico y la falacia amorosa, esta vez en el triángulo que forman una humilde muchacha pretendida a la vez por un guardabosques y un duque. Tema universal que ha alimentado multitud de obras literarias y musicales.

Con estos mimbres, el Ballet de Odessa compuso el mejor cesto de que es capaz, digno pero sin alcanzar cotas de excelencia. La actuación ofrecida estuvo demasiado sujeta a los tópicos del género, superados ya por las compañías que cultivan la danza clásica. Los papeles protagonistas de la campesina Giselle y el noble Albrecht estuvieron suficientemente defendidos en la primera parte, sobre todo el de la mujer. En la continuación, que sufrió un lamentable incidente al estropearse la banda sonora que soporta el espectáculo, mejoró la actuación del cuerpo del baile que personifica a las Willis, espíritus femeninos en pena que vagan por los bosques reclamando venganza contra los hombres que las abandonaron antes de casarse.

La iluminación, el vestuario, la tramoya y los demás elementos escenográficos respondieron al perfil de la compañía, suficientes para acompañar un espectáculo que congregó a numerosos aficionados en el Teatro Principal.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.