Karma

Hans Küng: esperando la muerte con alegría… y esperanza

Yo creo que la vida es un regalo de Dios. (…) un Dios compasivo y no déspota y cruel que quiere ver cómo la gente padece un infierno de dolor tanto tiempo como le sea posible. En otras palabras, el suicidio asistido se puede considerar como la última manera -la más extrema- de contribuir a la vida.

Hans Küng

Hans Küng. Foto: jalisimo

“El Temps” (nº 1542, 31/12/2013) ha publicado una traducción de la última entrevista a Hans Küng en “Die Spiegel” ; en ella el teólogo nos transmite una profunda sensatez, recordando a veces al mismísimo Epicuro.

Küng ha sido considerado un hereje desde mediados de los años setenta. Aun así, espera su muerte -de la que percibe «señales admonitorias» e «inminentes»- sereno y con la conciencia tranquila. El merito de Küng reside en haber esgrimido la pura palabra del evangelio cristiano, antes que las resiliencias escolásticas del siglo XII; esto, aunque a algunos ‘cristianoescépticos’ -o ‘primitivistas’- nos parezca todavía insuficiente, refleja la honestidad de este importante y prolífico teólogo alemán.

Cabe destacar su breve -pero concreta y muy ilustrativa- exposición sobre la eutanasia o el suicidio asistido; de hecho, Küng se consagra a su propia voluntad y reivindica su derecho a decidir, en el momento fatal, el deceso del elenco adamita. En su línea revolucionaria, reivindica igualmente la actual figura del papa Francisco (de quien, en clave ecologista, tengo el gusto de haber escrito algunas líneas[1].)

Para Küng, el papa Francisco es poco menos que todo un acontecimiento que, aunque no lo diga, tal vez no se haya repetido desde el tiempo del Francisco original (Giovanni Bernardone). En él deposita su esperanza, e incluso pone por delante la misión que este parece haber emprendido, frente a la posibilidad de que su figura como teólogo del vaticano sea rehabilitada: «El papa Francisco no debería de poner en peligro otras tareas importantes para acercarse demasiado a mi y tratar de rehabilitarme».

Esta es la opinión de Küng, aunque tal vez sea el momento de que este Papa devuelva la necesaria preponderancia de figuras como la de Leonardo Boff -o el propio Küng-; si algo está claro, es que los viejos ‘hábitos’ ya no sirven para los “males denominados de la civilización”.

Sin duda, cuando muera Hans, una mente privilegiada que hoy ya languidece, dejará un poquito más huérfana a la humanidad. Un importante faro será apagado. De nosotros depende que las coordenadas que durante toda su vida se empeño en fijar, sirvan en el futuro para orientar el naufragio de la civilización.

Por cierto, Küng se opuso, y se opone, al celibato en el ministerio eclesiástico; él mismo confiesa que amó y ama… pues, a su manera, además de velar por los demás en sus más de setenta libros, Hans también se ha preocupado por su propia salvación.

[1] Beneite Marti, Joshua, “Fraternidad cósmica y metajusticia”, Actas del II Congreso Internacional de Bioética, UV, 2012, pp. 366-386.

Beneite Marti, Joshua, “Reconsiderando el disparate franciscano”, Actas del X Congreso SECR, Santander, 2013 (en prensa).

http://www.ellibrepensador.com/2013/11/13/francisco-o-el-fracaso-de-la-ecologia-2/

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.