Llanto por Wu Tianming

Consonancias 63

De una forma casual he conocido esta tarde a un director de cine chino que ha fallecido esta misma mañana. En el excelente ciclo cinematográfico que dedica la Universidad de Zaragoza a los ‘Derechos de la infancia y la adolescencia’ –tercera edición ya– dentro del Aula de Cine que con tanto acierto dirige Luis Antonio Alarcón, se ha proyectado la película ‘El rey de las máscaras’ que ha resultado ser un improvisado homenaje a la memoria del director fallecido; improvisado, porque la película ya estaba programada desde hacía varios meses.

Resumo el siguiente apunte biográfico tomado de la Wikipedia:

“Wu Tianming (5 de diciembre de 1939 – 4 de marzo de 2014) ha sido un director y productor de cine chino, considerado uno de las principales figuras de la ‘Cuarta generación’. Nacido en Sanyuan, provincia de Shaanxi, Wu Tianming estudió en la Academia de Cine de Beijing, especializándose en dirección tras la Revolución Cultural. Fue una figura de renombre en el Xi’an Film Studio de China desde 1984, hasta que las diferencias políticas le obligaron a huir a los Estados Unidos en 1989. En el Xi’an Studio formó a directores prominentes de la ‘Quinta generación’, como Zhang Yimou y Chen Kaige. Regresó a China en 1994 y dirigió la aclamada película ‘El rey de las máscaras’. Ha muerto el 4 de marzo de 2014 de un ataque al corazón, a la edad de 74 años”.

Sobre la película puede hacerse un largo comentario. Impresionado aún por la desaparición de este cineasta desconocido para mí hasta hoy, prefiero reproducir de la página virtual filmaffinity, las siguientes opiniones:

“Un cine asiático que exhibiendo el pasado refleja con sabiduría las constantes del presente; presenta con habilidad situaciones enrevesadas y crueles, quedándose en el justo límite del horror y el cine familiar, ya que no omite el secuestro de niños para su explotación ni la venta desesperada o meramente mercantil en un callejón: venta de bebés o niños por familia numerosa, a tal punto que a veces se regalan. Avanza la trama sin desbordar el punto justo en que la angustia podría ser insoportable, pero el afán de supervivencia se impone con holgado sentido del humor y abundante ternura”. (Horacio, Madrid).

“La película es pura poesía y narra con dulzura extrema el complicado asunto de la marginación femenina en la sociedad china; es una película llena de sentimientos, de amor, de amistad, de humanidad, de sensibilidad. Una de esas películas imprescindibles”. (Lughnasad, Lugo).

“Las últimas imágenes no precisan de diálogo: sereno y feliz, el viejo maestro está legando todos los secretos que posee a su aventajada alumna para que pueda perpetuar su inefable arte, consistente en cambiar de máscara a una velocidad vertiginosa. La vida misma se ha encargado de demostrar al viejo actor que sólo se puede alcanzar la felicidad permaneciendo abierto y flexible, y éste es sin duda el mensaje más provechoso de esta admirable cinta”. (Remay,  Madrid).

Sólo deseo añadir mi condolencia por su desaparición: directores de esta talla humana y artística dejan una huella indeleble en quienes consideramos al cine como algo más que un negocio taquillero.