Cultura

Seducciones, de Roberto Vivero

Lecturas, 6.

Seducciones, de Roberto ViveroHay textos narrativos cuyos autores colocan los signos de puntuación pensando en los lectores, y otros que claramente los llevan al servicio del autor. Existe un tercer grupo, escasísimo, de textos cuyos signos de puntuación están destinados a la literatura propiamente, como ocurre con las escasas piezas musicales que están pensadas no para satisfacer la demanda de los oyentes o la vanidad del compositor, sino las austeras exigencias del ritmo o de la melodía.

Esa es la dinámica en la que se mueve ‘Seducciones’, la tela de araña que atrapa los pasos, las miradas, los latidos y los sentimientos de los personajes de la obra, apresados en un vértigo de situaciones que los coloca y los descoloca al mismo tiempo dentro y fuera de su propia órbita, como sucede con las atracciones de feria que unas veces parecen encerrar y otras expulsar a los despreocupados pasajeros instalados en sus cabinas o barquillas.

Seducciones’ es la obra ganadora del IV Premio de Novela Corta Fundación MonteLeón, 2014, una loable iniciativa exenta de intereses comerciales o mediáticos inmediatos, un concurso de apariencia honesta, y sin duda también de ejecución, a juzgar por el resultado. Ha corrido con la edición la editorial Gadir, que la publica en su serie Ficción.

El texto es sugestivo, hipnótico, de una compleja elaboración que contrasta con la simpleza de la trama: un individuo se encuentra de vacaciones en una isla del Caribe, a juzgar por el ambiente y los paisajes. Las cosas que suceden tienen el color de la vida que llevan unos seres altamente desocupados, más atentos al deambular de sus pensamientos que al de sus pasos, unos individuos dedicados a la contemplación hedonista de la realidad más que a su aprovechamiento lucrativo. Los personajes con los que el protagonista se va tropezando y cuyas actividades va describiendo, transitan entre lo fantástico y lo ordinario, en una imprecisión intencionada que permite al lector introducirse en las entretelas de cada situación.

La novela está indicada para todo aquel que desee salir del adocenamiento literario al uso. No hay crímenes, no hay detectives, no hay fantasmas, no hay extraterrestres, no hay más superhéroes que los anónimos personajes de la vida cotidiana descritos con una maestría impresionante.

El autor ha trabajado al detalle su texto, aunque se observan algunas extrañezas, como los cambios de tiempo verbal sin razón aparente en las páginas 13, 48, 61 y 94, entre otras, y ciertos términos novedosos que plantean dudas al lector en cuanto pueden parecer erratas.

Las imágenes literarias y las descripciones felices son una constante a lo largo de la obra. Algunos ejemplos: ‘en el complejo teníamos todo lo necesario para no necesitar nada’, ‘el estertor que dura más que todos los años de vida de todos los hombres que han vivido’ (página 13), ‘el agua clorada abrazando como ningún amante ni prostituta ha hecho ni hará, de forma absoluta e incondicional, los cuerpos que atraviesan su himen irrompible’ (p. 22), ‘maniobraba pesada y al mismo tiempo grácilmente como una bailarina obesa sobre el escenario para dar la pirueta final’ (p. 38), ‘ante lo que ella frunce los labios mayores y los menores bajo la minifalda fucsia’ (p. 122), ‘como si al hierro le influyese gusto y opinión en las proximidades del imán’ (p. 136). Evidentemente, hay muchas más.

La acción es tan tenue y las descripciones tan vivas, que el libro puede abrirse por cualquier página para disfrutar del arte de la palabra escrita, auténtico destino de la literatura.

Seducciones, de Roberto Vivero.

Gadir, Madrid, 2014, 177 p.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.