Cultura

Carta de una desconocida

Escenarios, 80

Teatro Íntimo de Zaragoza es un empeño capitaneado por Paco Ortega que está dando pasos firmes hacia la autenticidad teatral. Desafiando el horizonte inseguro que nos dibuja la prospectiva, han apostado por realizar un trabajo independiente que tenga a Aragón como epicentro de sus producciones.

Hace unos meses arrancaron con una pieza impresionante, ‘La visita’, dramaturgia del propio Ortega sobre textos de Jorge Gay, que dirigió Rafael Campos en el Teatro de la Estación.

CARTA DE UNA DESCONOCIDAEn colaboración con Factory Producciones, han presentado el pasado fin de semana, en el Teatro del Mercado, una adaptación de la novela de Stefan ZweigCarta de una desconocida’.

La acción transcurre en Viena, a comienzos del siglo XX.

Stefan Brand, un famoso pianista, recibe la carta de una mujer con la que mantuvo en el pasado una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. La muerte del hijo de ambos, cuya existencia ignora el padre, desencadena la tragedia.

Esta obra cimera de la narrativa del pasado siglo ya había dado lugar a diferentes recreaciones cinematográficas, escénicas y operísticas. La que ahora presenta Paco Ortega tiene una cierta conexión con la película de Max Ophüls, realizada en 1948, por cuanto se ha modificado parte de la trama original.

Sin embargo, la variación más significativa ha sido la distribución de los espacios dentro del Teatro del Mercado. Todo el público está situado encima del escenario, mientras los actores ocupan el patio de butacas durante gran parte de la representación.
Hay en ello un interés explícito por movilizar el género teatral hacia conceptos más modernos, por acentuar el efecto sorpresa que despierte en el espectador -y en los propios actores- nuevas sensaciones, y dinamice su capacidad de adaptación. Pero la propuesta tiene, a mi entender, más largo alcance en esta obra: intercambiar el tiempo por el espacio, un empeño de carácter cosmológico, metafísico. La acción de ‘Carta de una desconocida’ transcurre en un tiempo dilatado que puede ser revertido en un espacio de amplitud dinámica como el de un patio de butacas.

Superada la extrañeza inicial por parte de los espectadores, el resultado de la innovación fue muy positivo, a juzgar por las opiniones que se vertieron en el coloquio posterior a la representación.

Corrió a cargo de Rita Lorenzo, en el papel de Lisa, a quien daba réplica Roberto Millán, como Stefan. El propio director intervenía narrando varias partes del episodio e interpretando el papel de criado del protagonista masculino. La versatilidad de Rita Lorenzo y su integración con el personaje fue definitiva para conseguir crear ese efecto de tránsito temporal que exige la obra. Utilizó un amplio registro de voces y unos gestos muy estudiados que daban credibilidad absoluta a su trabajo.

La escenografía, el atrezzo y el vestuario se han mantenido dentro de una línea historicista que no resta actualidad a la propuesta, que dibuja una situación siempre intemporal. Una ambientación musical con referencias básicamente a Chopin y Johann Strauss, así como una iluminación muy precisa, completan un montaje de gran calado.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.