Cultura

Víctimas de la gratuidad

Somos víctimas de la gratuidad. Nos han enseñado que por el mero hecho de ser gratis, las cosas son mejores, y no es así.

Algo es bueno por el hecho de serlo, no por el dinero que pagas para conseguirlo

Muchas veces su precio no refleja lo que realmente vale el producto. Demasiadas, de hecho. A veces por exceso y otras por defecto. Han ido inoculando en nuestros cerebros el virus de lo gratuito, lo rápido, lo inmediato y lo fácil. Todo lo que no sea gratis, rápido y sencillo no nos vale. Cuánto menos esfuerzo, tiempo y dinero gastemos para obtenerlo, mejor.

gratisEste virus ha hecho que se desprecie el trabajo de muchos. Se menosprecia la laboriosidad de las cosas bien hechas porque consume tiempo. Se prescinde de los plazos necesarios para que las cosas sucedan, afloren, surjan y nos sorprendan. El ejemplo lo tenemos cerca. No hay más que observar la naturaleza. Se toma su tiempo, sus plazos, y con cada primavera vuelve a maravillarnos y sorprendernos. En cambio la gratuidad trae la producción en cadena perdiendo excelencia. Fabricar millones de productos para usar y tirar. Pero lo gratuito es bueno, no lo olvidéis, eso os han dicho una y otra vez y tiene que ser cierto.

Nada hay más susceptible de ser gratis que la cultura y el arte, porque no hay nada más subjetivo a la hora de valorar

Total, juntar cuatro letras lo hace cualquiera. Emborronar cuatro lienzos lo hace hasta el Tato. Diseñar una joya es algo baladí. Captar en una imagen una puesta de sol, con lo chulas que son las fotos del pueblo que cuelgo en mi Instagram, es ridículo. Juntar a cuatro individuos gritando al ritmo de dos guitarras, un bajo y una batería es una imbecilidad si yo con mi ordenador hago unos ritmos alucinantes. ¿Proceso creativo? ¡Qué proceso creativo ni qué leches!

Ahora estamos empezando a ver las consecuencias de este menosprecio a la cultura y el arte en todas sus dimensiones.

Para no extenderme demasiado, porque ejemplos hay para aburrir dentro de cualquier manifestación artística, me centraré en la música. Es en la música donde creo que el ejemplo es probablemente más claro y sangrante. En los últimos años estamos viendo que se van muriendo genios de la talla de David Bowie, Glenn Frey o Lemmy Kilmister, por citar los últimos. Genios que gracias a las políticas de nulo respeto y fomento del arte, son completamente irremplazables. No volverá a haber otro como ninguno de ellos.

Lo gratis no trae la calidad. Os han estado engañando

Como muestra un botón. En mi época la música no era gratis y pude disfrutar de Freddy Mercury, Paul McCartney, Michael Jackson, The Who, Ramones y AC/DC entre otros. En cambio, vosotros seguís pensando que tienen razón quienes os dicen que lo gratuito es bueno. Está bien, entonces disfrutaréis toda la vida de los triunfitos, Justin Bieber, Auryn, Juan Magán o Pitbull.

Vosotros veréis.

Ahora ya estáis avisados, así que no me vayáis a decir que es que vosotros sois víctimas de la gratuidad.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.