Estimada Doctora: Mi hijo es extremadamente miedoso, de una manera tan intensa que me hace sospechar que no es normal. Tiene miedo a la oscuridad. No sé qué hacer, al principio pensé que todos los niños pasan por un momento así, y que se le pasaría, pero no se le pasa. Primero empezó dejando la luz del pasillo encendida para dormir, si la apagábamos sin darnos cuenta, se ponía a llorar desconsoladamente en medio de la noche. Luego quiso dejar la luz del cuarto encendida, su padre y yo accedimos, pero las últimas noches se está levantando en mitad de la noche y se quiere quedar a dormir con nosotros, a mí me da pena y quisiera acogerlo en nuestra cama, aunque por otra parte, me da la impresión de que no es bueno para él que lo haga, su padre se opone francamente, es una pelea y un llanto todas las noches, al final, le acompaño a la cama y me tumbo un ratito con él hasta que se calma y se duerme. Llevamos tres semanas con el numerito todas las noches. Apenas duermo y mi rendimiento laboral y el de mi marido se están viendo afectados. Tengo que confesar que soy muy miedosa yo también. Me cuesta salir sola, quedarme en casa sola. ¿Esto puede influir algo en los miedos de mi hijo?
Una madre desesperada. (H.M)
Hola: En parte, los miedos infantiles son muy frecuentes, casi universales, es decir, todos los niños pasan por ellos, y luego desaparecen sin dejar rastro. El miedo a la oscuridad es un miedo a quedarse solo. En realidad, el problema de la oscuridad es que en ella no ven a sus seres más queridos, sus padres. A determinadas edades la madre sobre todo. Pero tu caso y el de tu hijo puede ser un poco especial dada la intensidad de los síntomas y su agravamiento las últimas semanas, además, los miedos de la madre, es muy frecuente que el niño los perciba. Te aconsejo que inicies tú tu psicoanálisis, eso repercutirá directamente en la salud de tu hijo. Espero haberte sido de utilidad. Un cordial saludo
Dra. Menassa