La poeta uruguaya Rosemarie Parra propuso el 18 septiembre 2009 que se instituya la creación del «Día del Poeta Virtual» «en el marco de las efémerides virtuales literarias para identificarnos con un día especial en la generación literaria virtual» [Blog Orbita Literaria]. Su convocatoria fue sujeta a votación, seleccionándose el 31 de octubre. La idea fue acogida con beneplácito por distintas redes. Ver Si bien es cierto que, aún en las redes de internet, se festeja el Día del Poeta, aún el Día Mundial del Poeta, una particularidad que faltaba se relaciona a la poesía multimedia que utiliza como el campo la expresión electrónica y que como han observado blogueros y teóricos como Cristina de Lama, Fabricio Mancebo y Alberto Moya, desde su importante proyecto el Portal multicultural «Ciberpoesía», no se desliga «de la tradición poética, ya que esta poesía nos recuerda a Mallarmé en la manera de poetizar a través de formas de
expresión sintéticas, ideogramáticas y sincrónicas. La multimedia se sitúa junto a la forma de expresión del poema, y desde allí determina los contenidos de éste, ofreciendo un espacio virtual que crea una real interacción entre poeta-obra-lector». En este sentido es que la propuesta de Rosemarie Parra sobre el rol y creatividad festejable del Poeta Virtual es inclusiva y, al mismo tiempo, renovadora ante ojos escépticos de los poetas tradicionales que piensan que «la multimedia nos está haciendo perder la sensibilidad o capacidad de emoción» y no ampliando sus posibilidades expresivas.
El fenómeno de la literatura virtual llegó para quedarse y en español crece tan aceleradamente que ya ha inspirado libros que lo estudian tanto en inglés, como en español. Una antología titulada «Latin American Cyberculture and Cyberliterature», compilada por Claire Taylor y Thea Pitmanidea, es una de las primeras sobre la cibercultura latinoamericana y el primer libro publicado en inglés sobre el tema. El ensayo «Nuevas tecnologías para las humanidades», de Carmen Carrión Carranza (UNAM 1998) se interesa particularmente en las ciberliteraturas latinoamericanas a finales de la década de los noventa. Incluye un capítulo sobre las revistas literarias latinoamericanas en línea, escrito por Shoshannah Holdom, y que analiza tres de las primeras, surgidas en Perú, Chile y Venezuela: El Hablador, «Escritores» y «Letralia», y el impacto que han ocasionado en las relaciones entre autores y lectores. No es extraño que un poeta y narrador, con
los dones proféticos de José Luis Borges, sea objeto de unos los ensayos de Stefan Herbrechter e Ivan Callus, quienes valoran lo que ha de llamarse post-humanismo, no sólo como la tendencia profetizada por el poeta Borges al especular sobre la literatura electrónica y la irrumpción de la hipertextos ficcionales en la década del 1980 en las redes.
Jesús Martin Barbero en el prólogo de su libro sobre Ciberliteratura latinoamericana «De la ciudad letrada a la creatividad ciudadana» observa que los nuevos territorios del ciberespacio son las «revistas en la web, novelas virtuales, blogs literarios o poesía digital», añadiendo significativamente que «la mundana globalidad de lo hipertextual no tiene nada que ver con el escapismo diletante ni con el sacarle el cuerpo a los problemas locales; con lo que la hipertextualidad tiene que ver aquí es con un nuevo tipo de experiencia cultural cuya mayor originalidad reside en la capacidad de interacción entre escritor y lector, entre creador y espectador, entre experimento y propuesta de alternativas, y, por lo tanto, entre ciudadanía y participación política, entre comunidades y apropiación cultural».
Las redes eletrónicas están abriendo puertas de acceso a la gran literatura y a la que falta por ser producida. N. N. Katherine Hayles en su ensayo, en dos partes, «Electronic Literature: What is it? [Electronic Literature: What is it?»] hace un buen sumario de las implicaciones, incluyendo la producción de ficción interactiva, arte generativo y poemas Flash. Ella es parte de la Organización de Literatura Electrónica (ELO, Electronic Literature Organization, sin fines de lucro), fundada en 1999, «para fomentar y promover la lectura, escritura, enseñanza y comprensión de la literatura conforme se desarrolla y persiste en un ambiente digital cambiante».
Por lo que se documenta, tanto en Hispanoamérica como en España, hay interés en libros y ponencias en congresos para estudiar estos procesos. La profesora española María Teresa Vilariño Picos, en colaboración con Anxo Abuín González, ha escrito el libro la «Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica» / en el Seminario Internacional Literaturas «Del texto al hipertexto», celebrado en Madrid en 21-23 de septiembre de 2006.
El creador virtual y, muy especialmente, el Poeta Virtual es quien está dando un balance pedagógico y humanístico a una internet que lucra y atiborra con pornografía y formas de pensamiento débil y acrítico mucho del cielo y el territorio del hiperespacio. El poeta virtual se ha convertido en el aliado de los artistas plásticos y reproducen pinturas y fotografías de excelencia, así como música de fondo, para su blogs, como parte de su quehacer virtual. Los escritores y poetas de Ciberpoesía nos observan cómo el ciberpoetas están haciendo alianzas nunca vistas entre diferentes formas de arte: Diseño, Oralidad, Poesía, Música y Pintura. La definición que tienen para Poesía Virtual es amplia e iluminadora: «el arte de la palabra pero vista desde más dimensiones de las que hasta ahora se había tratado, como por ejemplo, la visualidad, oralidad, gestualidad, actuación, virtualidad…»
«Es un nuevo género literario-artístico de carácter mixto, une ideas y plasticidad dando una nueva significación a la poesía. Este arte supera las diferencias socioculturales y lingÁ¼ísticas, es global en toda la extensión de la palabra, está por encima de fronteras, culturas, religiones… Una de las claves más importantes que debemos tener en cuenta en lo que se refiere la la poesía visual y en general a la nueva poesía de finales del siglo XX y XXI, es la comunicación de masas, llega a todo el mundo precisamente por su sintaxis visual que complementa palabra e imagen. En este nuevo mundo de la poesía encontramos distintas nomenclaturas, como por ejemplo, poesía virtual, electrónica, multimedia, sonora… pero todas son formas de aunar la poesía tradicional con las nuevas tecnologías consiguiendo unir tradición y modernidad en una expresión artística, provocando que el lector interactue con la obra y sea partícipe de ella, creando
un lazo indestructible con el autor de la obra. En esta nueva era poética, partimos de la base de que la poesía puede ser escrita, grabada o dibujada sobre cualquier soporte. Pero ahora el medio actúa con sus características propias, de manera que las bases para realizar un poema ahora son la funcionalidad y la estética. En el mundo multimedia la lectura del poema ya no es bidimensional, tiene cuatro dimensiones izquierda-derecha, arriba-abajo, atrás-adelante, adelante-atrás, también el hipertexto, otra dimensión del espacio virtual del que depende el sentido del poema por la interactividad del lector. Encontramos dos generadores de significado, el texto verbal (la propia palabra) y el texto virtual, la relación entre las dimensiones, incluyendo la visual».
La revista y grupo «Sequoyah» se une a esta iniciativa del primer, 31 de Octubre como Día celebrativo del Poeta Virtual, por lo que aprovecha y da un homenaje a Fernando Millán, quien es alguien que, en situaciones difíciles, hizo el llamado a este inicio de la poesía visual en España, «como género artístico autónomo en un contexto en el que la experimentación y la crítica social pugnaban» por abrirse paso. Fue el período de posguerra y autoritarismo, en que parecía, por no haber popularizado aún la internet, que Millán preconizaba «es hora de ver la poesía». Como grupo la celebración nos entusiasma, porque, como mi persona y el grupo hemos sido parte de los pioneros que en los Ochenta iniciamos, desde San Diego y Orange County el proyecto de una website de poetas. Un compañero, colaborador de «Sequoyah», alega con justicia que estamos entre los pioneros de aprovechar para el arte «La Teta de Vidrio». Entre las actividades que
desde las redes y blogs creados por Rosemarie Parra, se auspicia lo que ha llamado el «Grand Prix» con motivo del Día del Poeta Virtual.