A pesar de que la separación y el divorcio ponen fin a una pareja, es un hecho que existen diferencias sustanciales que hay que tener en cuenta.
En base a estas diferencias, dependiendo del caso en ocasiones suele ser más beneficioso una separación o un divorcio. En este artículo vamos a tratar de ver la diferencia entre separación y divorcio y valorar que es lo que puede interesar en cada momento.
La separación deja la puerta abierta a una posible vuelta
La principal diferencia que nos podemos encontrar entre la separación y el divorcio es que el divorcio tiene un carácter más definitivo. Mientras que la separación deja abierta la puerta a una posible vuelta fruto de la conciliación, el divorcio es definitivo.
Una separación no pone fin al matrimonio. Esto significa que, aunque te encuentres separado de tu pareja seguiréis siendo marido y mujer. Esto es un aspecto bastante relevante, ya que al seguir manteniendo este estado civil es imposible que vuelvas a casarte, ya sea con tu antigua pareja o con otra persona.
Por el lado del divorcio la disolución del matrimonio es total. Como si se tratara de un borrón y cuenta nueva, el divorcio es definitivo y ambas partes de la antigua pareja podrán rehacer su vida de nuevo, es decir, podrán volverse a casar con otras personas si así lo desean.
Por supuesto, si te has divorciado de tu pareja te puedes volver a casar con ella. La vida da muchas vueltas y tal vez el día de mañana no veas con tan malos ojos esa opción.
Sin embargo, debes de saber que tendrás que formalizarlo todo de nuevo, esto quiere decir que al no haber una vuelta atrás con el divorcio esto es algo que no se puede deshacer.
La separación suele ser el paso previo al divorcio
Por otro lado, ambos términos no tienen por que ser excluyentes. En muchos casos, la separación es el paso previo al divorcio.
Una pareja se separa cuando tiene problemas y cuando ve que es irremediable que vuelvan o, directamente quieren hacer sus vidas de cero como hemos visto, acaban llevando a cabo la opción del divorcio.
De hecho, esta es una de las vías más habituales debido a que no supone una solución tan drástica desde un primer momento. Al principio de la separación todavía la pareja está reciente y no suele haber un interés por una tercera persona.
Con el paso del tiempo y fruto de la distancia, el divorcio se convierte en algo más atractivo por la posibilidad de poder empezar de cero sin problemas.
¿Divorcio o separación? ¿Qué opción elegir?
Realmente resulta de lo más complicado recomendar una separación o un divorcio. La principal razón que impide hacer una recomendación acertada es que cada caso es único, por lo que pueden ser distintos los motivos que han provocado dicho distanciamiento por parte de la pareja.
Lo que siempre es recomendable en estos casos es contar con la figura de un abogado que pueda asesorar en estos temas. Además, un factor que no debemos de tener en cuenta y que siempre deberíamos de priorizar es la opinión de los niños en el caso de que hubiera.
Una ruptura es un proceso muy doloroso para los hijos y, en ocasiones, el divorcio acaba siendo una solución mucho más radical que merece la pena ser consensuada.
Sin embargo, cada caso es único y cuenta con sus propias circunstancias. Independientemente de lo que haya sucedido trata de tomar la decisión que más feliz te haga teniendo en cuenta a las personas que más quieres. Una separación nunca es un final, es tan solo un punto y aparte en el libro de la vida.