Yo: ¿Qué haces?
Superyo: Ya ves, viendo un poco la televisión.
Yo: ¿Y qué ves?
Superyo: No sé, nada especial, sólo cambio de canal. No hay nada que me guste especialmente.
Yo: ¿Y por qué la ves, entonces?
Superyo: No sé, supongo que porque no me hace pensar.
Yo: ¿Y nuestra novela? ¿No deberías estar escribiéndola?
Superyo: Es que no me encuentro inspirado. Creo que las musas se han marchado a otro lugar.
Yo: Pero, ¿alguna vez estuvieron contigo?
Superyo: A mí me gusta pensar que sí, aunque me temo que tendré que darte la razón. Lo cuál es una auténtica paradoja, porque la razón debería ser mi posesión y no la tuya.
Yo: Define paradoja, estoy harto de la gente que utiliza términos que luego no conoce.
Superyo: Pues sin grandes alardes, y citando a la wikipedia: ‘Una paradoja es una declaración en apariencia verdadera que conlleva a una auto-contradicción lógica o a una situación que contradice el sentido común’.
Yo: Bien, bien, veo que conoces el término, o que por lo menos sabes donde buscar su significado, lo cuál no está nada mal. ¿Y qué otras paradojas se te ocurren?
Superyo: Miles. La vida está repleta de paradojas. Por ejemplo, la renovación del Consejo del Poder Judicial en España, éso sí que es una auténtica paradoja.
Yo: Explícate.
Superyo: Se supone que en nuestra democracia existe separación de poderes.
Yo: Cierto.
Superyo: Pues aclárame entonces como es posible que el poder legislativo sea el que elija al poder judicial, porque así lo único que se consigue es que el segundo siempre estará en deuda con el primero, y claro, las deudas hay que pagarlas.
Yo: Interesante, ¿tienes más?
Superyo: Vamos a ver. Estados Unidos.
Yo: Sí, ¿qué le pasa? ¿Han invadido otro país?
Superyo: No, nada tan horripilante. Si te digo que me cites un país que defiende el liberalismo económico, que se presenta como el adalid de la libertad de mercado, ¿qué país me dirías?
Yo: Estados Unidos.
Superyo: Bien, entonces, ¿cómo encaja el defender el liberalismo económico a ultranza con el hecho de intervenir en la economía para salvar a las dos empresas financieras más importantes? ¿Qué es ésto? ¿Liberalismo económico cuando me interesa e Intervencionismo cuando necesito?
Yo: No lo había visto desde ese punto de vista.
Superyo: ¿Y qué me dices de las adopciones?
Yo: Nada, no te digo nada, cuéntame tú.
Superyo: En los centros de acogida hay miles de niños esperando a ser adoptados, ¿cierto?
Yo: No sé, supongo que sí.
Superyo: Ya te lo digo yo, así que fíate.
Yo: Bien, me fío.
Superyo: Pues bien, luego hay miles de parejas aguardando en una absurda lista de espera para poder adoptar, ¿no es una paradoja?
Yo: Sin duda. Bueno, veo que he cumplido con mi objetivo.
Superyo: ¿Y cuál era ése?
Yo: Pues que dejaras la televisión y te pusieras a pensar.
Superyo: Bien, bien, tendré entonces que felicitarte por tu éxito.
Yo: Gracias, gracias. Lo que podemos hacer ahora es ponernos con la novela. Ahora que ya has comenzado a ejercitar tu pensamiento.
Superyo: Me parece bien, comencemos, pues. ¡Musas venid a mi!