La televisión no pasa por su mejor momento, ya que los programadores no se aclaran, anuncian programas y series con las que se gasta mucho dinero en publicidad pero no se tiene la paciencia y se le da la ocasión de triunfar, así que es difícil seguir una serie o programa de reciente estreno, se imaginan que en la radio hubieran las mismas prisas, haría años que ningún programa habría pasado de una semana.
A los programadores de televisión seria bueno enviarnos a un balneario una temporada larga a ver si se relajan que falta les hace.
No se puede jugar así ni con los espectadores ya que se les roba la ilusión de ver algo nuevo, ni con los profesionales que se han involucrado en el proyecto, se les priva de realizarse profesionalmente.
Para que los proyectos funcionen se a de ser paciente ,hoy en día los triunfos rápidos no existen ,salvo lo de operación triunfo que al estar muy bien estudiado llega a saturar, pero los programadores deberían plantearse si les conviene seguir por el camino iniciado ,cuyo máximo exponente del desastre en lo que a programas se refiere, sin duda es antena 3 ,cuyos gestores están perdidos estrenan cosas sin parar que no dejan que el posible receptor conozca ,si siguen así beneficiaran a sus competidores.
En estos momentos seguir determinados programas es imposible, los cambian o suprimen sin previo aviso.
Ante semejante perspectiva la radio es buen refugio para aquellos que no encontrar contenidos que les satisfagan.
Mientras los sufridos espectadores seguimos padeciendo los nervios de los inquietos directivos que no saben que hacer.
Algún día seria bueno volver a rescatar London Street, Código Fuego y demás productos que no pasaron del capitulo uno…
También seria bueno rescatar a gente como Javier Capitán que tenia un gran programa, que podía haber triunfado, si alguien no hubiese tenido tanta prisa por suprimirlo…