“…hay un desdoblamiento que en ella está representada, no es que ella quiera aparecer. Ella, de alguna forma, termina deconstruyendo el proyecto de película que pretende hacer, mejor dicho, que los demás pretenden que ella haga. La película está hecha de una constante serie de negaciones. Ella hizo un gran trabajo. Hay entrevistas, las vemos en sus monitores de televisión. La actriz que representa Albertina Carri le da la espalda y, luego, en un determinado momento, rápidamente, en una frase que caracteriza todos esos testimonios de sobrevivientes y compañeros, toda esa forma… de idealizar a sus padres, al pariente o al compañero caído, la lucha o el transformar esa especie de análisis político… tratando de entender todo lo que pasó a sus padres. Hay preguntas de tipo ¿por qué no se puede? ¿qué pasó con nosotros? La cuestión no es ¿qué pasó con ellos? sino ¿qué pasó con nosotros?… Llega ella y dice que la historia le pertenece a ellos… sólo que la historia lo cuenta la niña malcriada que no quiere obedecer a ninguna de las instituciones cinematográficas, que le dice que su proyecto necesita más de investigación documental, y eso lo tenemos, y ella tampoco acepta. Se encuentra, también, con negaciones de diversos tipos o sea la hermana no quiere hablar a la cámara, la apoya totalmente y está de acuerdo. Otras cosas que ella quisiera hacer tampoco puede hacer. Encuentra a alguien que vio a los padres pero luego cuando se trata de repetirlas, ya no quiere. Ese testimonio está representado por la actriz y va a representar a la hermana… Hay una serie de posibilidades que ella pueda seguir… También se da cuenta que es imposible hacer la película como ella quisiera. Hay una serie de imposibilidades y yo creo que hay una especie de deslizamiento de que la película termina siendo no sobre los desaparecidos de los padres muertos… Es más sobre la cineasta, sus hermanas, pero sus hermanas eran mayores, entonces la forma de vivir es distinta. Ella recuerda el campo, un momento de felicidad, un momento que ella vio y descubrió, una serie de cosas y al mismo tiempo con esa dificultad que vivieron… ese acoso de los demás niños, o sea, que ese momento feliz está enturbiado por la desaparición de los padres, por la imposibilidad de responder a esas preguntas y la dificultad de que le respondan a ella sus preguntas… Hay una forma de la película, esa especie de carácter performático que uno se sabe si está planteada así desde el primer momento o si de alguna manera hay una reacción provocada por esas insatisfacciones de la cineasta frente al testimonio de los demás y la posibilidad de llegar a ciertas cosas… y lo que ve ¿qué es eso?… es una película muy extraña, muy rara, incluso no puede preguntarse cómo a menudo sucede con ciertos documentales más experimentales, si es un documental o si es una película de ficción. Si es un documental con muchísima ficcionalización o si es al revés, si es una película de ficción con una pequeña parte de documental… esa imposibilidad de identificar, la imposibilidad de definirla es una de sus singularidades características… y es una película perturbadora y perturbada… termina presentando el equipo de la película con pelucas rubias, se confiesa tan extraño en esa película o con los personajes de los padres… supuestamente estaban plantados en una barriada popular: los llamados rubios… sabían que no eran de otro sitio, entonces hay esa especie de extrañeza, de sentirse ajeno, de sentirse fuera… una forma de tratar el tema doloroso pero la respuesta, hasta entonces, no le convienen a la cineasta, no responde a sus preguntas, corresponde a sus deseos de expresar sus deseos… es la película en que la cineasta está más expuesta al eje de la búsqueda, es un par de desaparecidos la madre… La cineasta es una persona que decidió pensar en otra cosa, una película sobre un hecho doloroso para muchas personas. Es una película a su manera… la cineasta privilegia sus propios recuerdos absolutamente difusos, muy reducidos pero es como si fuera para ella el principio importante… Esa representación del campo, de ese lugar, sus padres con esas figuritas y el regreso al sitio donde se sintió bien expresa un deseo de retrotraerse a ese momento y reconstruir ese momento, transmitir ese momento, por eso digo que es un desplazamiento, la búsqueda de los padres… Hay fotos pero no las ha utilizado… El monólogo de la vaquita es original muestra el dolor, la usencia… Son formas curiosas y melodramáticas de exponer todo esto, de recrearlas y transformarlas en un elemento dramático a través de una tercera persona” (Paranaguá)
Comentarios realizados el día 30 de octubre de 2009 durante el curso Dilemas del cine documental en América Latina. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.
Sobre la cineasta:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=YiLdRi-9brk [/youtube]