A pesar de sus setenta años y de su enfermedad, siempre se veía elegante, joven y buen mozo. Ese aire juvenil impregnó todos sus libros. Los jóvenes siguen identificándose con sus textos, a pesar del paso del tiempo.
Cuando en febrero de este año se le rindieron tantos homenajes, desde algún lugar, él debe haber sonreído, vaso de whisky en mano, con cierta ironía. Cuando la democracia llegó a la Argentina en el ’83, Julio vino a festejar con su gente y fue ignorado por el gobierno y la prensa en general. Cuando volvió a ser noticia en los diarios, a causa del 25 aniversario de su fallecimiento, rescaté algunos datos interesantes:
A fines del 2006, Aurora Bernárdez, viuda y heredera universal de Cortázar, halló en una vieja cómoda, más de 750 folios inéditos. Luego de una exhaustiva clasificación, fueron publicados en mayo de este año, en un volumen llamado “Papeles inesperados”, para gran alegría de la “secta”, (así se denomina a los fans del escritor). Quien tanto jugó con el azar y las coincidencias, dejó librado a la suerte esos escritos, que aparecieron como por arte de magia, como un último regalo sorpresa para sus fieles lectores.
He leído un relato acerca de la gente que se acerca a visitar su tumba en el cementerio de Montparnasse, Francia. Todos los que realizan esta suerte de peregrinaje, se sienten como “cronopios”, medio despistados en tal lugar.
Sus admiradores le dejan sus dibujos de rayuelas, graffitis de agradecimiento, flores, cigarrillos, cartas, viejos ejemplares en otros idiomas…La “secta” le rinde homenaje. Es una de las pocas tumbas que se mantiene con algo de “vida”.
En uno de los pocos reportajes que brindó, cuando volvió a la Argentina en el ’83, dijo que lo espantaría que una calle o una plaza llevaran su nombre alguna vez.
Sin embargo, creo que si hoy contemplara la bohemia placita Cortázar, en el porteño barrio de Palermo, plagada de jóvenes artistas, artesanos, diseñadores y parejas que juegan a encontrarse en algún café, como “La Maga” y “Oliveira”, no estaría tan decepcionado. Más bien se emocionaría y seguramente, trataría de disimularlo.
Mi post del 2008, explica mi pintura “Rayuela”, inspirada en su novela:
http://gracielabello-art.blogspot.com/2008/04/rayuela-una-novela-nica-y-una-de-mis.html