EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
La portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, ha manifestado, en relación con el asunto del pago de más de dos millones de dólares a una firma norteamericana para que entre otros asuntos, según fuentes del Partido Popular, esta empresa gestionara la concesión de la medalla del Congreso de los Estados Unidos al entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar. En la actualidad el Tribunal de Cuentas está investigando si Aznar desvió fondos públicos destinados a gestionar el otorgamiento de dicha condecoración, la portavoz parlamentaria del PP ha asegurado que le consta que el Gobierno de Aznar “siempre” defendió “el interés público general y nunca el interés personal de su presidente”.
Que a estas alturas nos vengan con la monserga del “interés público” no deja de ser una repetición de las muchas ocasiones en que desde el Partido Popular han querido justificar sus errores y irregularidades apelando al “interés público”. A este respecto quiero recordar cuando el ex presidente Aznar, dijo el 13 de febrero de 2003 (Ver periódico Información de 14-02-2003) intentado justificar una posible, que luego no fue tan posible sino que fue real, guerra contra Iraq. Después de pedir compresión dijo que su posición ante la crisis de Iraq “es fruto de su responsabilidad y que no tiene otro interés que la seguridad de España y el mundo” y acabó diciendo que “todos pueden estar seguros de que el régimen iraquí posee armas de destrucción masiva”. Como se pudo comprobar, Iraq disponía de “potentes” artilugios muy parecidos a los “matamoscas” de siempre. Pero eso sí, se volvía a invocar al interés general, al interés público y como consecuencia de la salvaguarda del interés público ya vimos el resultado: El 11 de marzo de 2004. En mi opinión creo que quien no se vio perjudicado en sus intereses fue el propio Aznar ya que después de su decisión de no presentarse a las elecciones le “llovieron” las “ofertas” de trabajo, profesor de universidad americana, asesor financiero de magnates de las finanzas, etc., etc., etc. No, no le fue tan mal a Aznar el velar por el “interés público general”. Tiene razón Soraya Sáenz de Santamaría, si los españoles no salieron beneficiados en sus intereses al menos uno sí lo consiguió.