El narrador y protagonista destacado de esta novela, que transcurre en una Hungría ocupada por los ejércitos de Hitler, es un niño judío de familia burguesa dedicada al comercio. Sólo cuenta once años de edad cuando el mundo donde sueña se convierte en el eje de su relato desde una óptica propia de su infantil existencia. Junto a su hermana pequeña, ambos se han quedado solos ante la vida y la tragedia de su familia, que a igual que millares de su pueblo fueron sometidas a su exterminación total.
Tierna y emotiva esta historia vista y analizada con visión candida y didáctica, que pese a las duras circunstancia en que transcurre su desvivir, emana una rica ternura e ingenuidad descriptiva hasta en las escenas más dolorosas que en ella se exponen. Sin caer en la palpitación melodramática que otras novelas con parecido tema han provocado conmoción emocional de serial. Sin que esto signifique considerarlas malas novelas. Pero la riqueza emotiva de Viaje de ida es la lucha por sobrevivir, el análisis de lo cotidiano contado por un niño.
La narración comienza “A las diez de la mañana del 18 de enero de 1945. Pero la historia con sus múltiples penalidades se inicia en mayo de 1944 cuando sus padres fueron detenidos por la GESTAPO. Y tan espabilada criatura consigue sobornar con dinero a las autoridades húngaras al servicio de la ocupación alemana, un día antes de que todos los niños judíos de su localidad fueran a un guetho y a continuación ser deportados a Auschiwitz, logrando ambos hermanos librarse de una muerte segura.
Tras esta primera aventura, en un enero helado de 1945 estos dos niños salen de su escondrijo en Budapest. Unos soldados rusos los miran y les preguntan por Hitler, pero él no tenía conocimiento de que “Hitler viviera con nosotros, con los judíos protegidos por los suizos”
Es la segunda parte de esta historia con unas retrospectivas que exponen la vida cotidiana en el municipio húngaro donde la colonia judía es la más distinguida y emprendedora, base que le sirve al autor de la novela para dibujar todo el proceso y desarrollo de una clase cuyo esfuerzo y constancia la consolida como poder económico y cultural de toda la comunidad.
Aquí, se muestran los valores literarios e históricos de la novela, que paralelamente a esa lucha por escapar del exterminio de un pueblo, muestra las circunstancias y razones que en todo un proceso va creando ese poder económico y cultural capaz de superar las más tremendas y sangrientas persecuciones y exterminios. Es la parte más sustancial que transmite el único niño judío de Nagyvárad y sus alrededores sobreviviente de tan demencial barbarie.
GyÁ¶rgy Konrád (1933), autor de esta novela, considerado como uno de los escritores más importante que han dado las letras húngaras, también logró sobrevivir a la persecución nazi, que una vez terminada la contienda de la II Guerra Mundial dio paso a convertir Hungría en un satélite de la Unión Soviética. Más tarde, Konrád, participó en la revolución húngara de 1956. Experiencias nada dulces que le han servido para la creación de esta obra que se suma a otros dos excelentes títulos anteriores: Una fiesta en el jardín y El reloj de piedra. Piezas literarias magistrales para conocer todo un proceso histórico y literario.