Andrés Neuman viene de lejos, con paso firme, elaborando a golpe de buenas letras, su carrera como escritor. Pero detrás del personaje está la persona, la buena persona que con el cariño que comunica se va ganando el corazón de los que le conocen. Y es que Andrés Neuman es una de esas personas que no se olvidan de quienes son, de dónde vienen y sabe a dónde va.
“Cómo viajar sin ver” (Alfaguara, 2010), es un texto hermoso, muy rico en imágenes y sonidos y que demuestra una vez más el dominio de Neuman sobre su oficio. Síntesis hermosa, precisa, llena este libro de imágenes que juegan con el lector al “complete usted la imagen”.
Este libro nace del viaje que llevó a Andrés Neuman a 19 países de Latinoamérica para presentar por allá su novela “El Viajero del siglo” (premio Alfaguara de novela 2010), un viaje en constante tránsito que parecía no dar para mucho pero que en la mente de Andrés se convirtió en un reto. Convirtió el “tránsito” en una ventaja y se dedicó a ver, oír y escribir, robándole a la realidad el relámpago de los momentos, deteniendo las instantáneas para revelarnos sentimientos, contradicciones y sensaciones.
Este texto está elaborado con el equilibrio de los buenos aforismos, con la estética de los buenos poemas. Es fácil perderse en su vértigo de idas y venidas para terminar encontrándose en un bar de Buenos Aires o en lo alto de un rascacielos en Panamá. Aquí estamos en constante movimiento, en constante contacto, listos siempre para saltar de un párrafo a otro como si fuese una suerte de metáfora de ese despegar y aterrizar constante que vivió su autor.
Por primera vez podemos acercarnos a un texto en el que las partes son el todo y el todo no es ni más ni menos que una imagen de América Latina que está en constante cambio, que cada cierto tiempo significa otra cosa. Andrés, en este viaje constante nos lleva de la mano del vértigo para enseñarnos lo que pudo ver de este viaje.
Les recomiendo todos los capítulos pero de una manera destacada el de Argentina y el de Panamá por razones obvias. Andrés relata en parpadeos la extrañeza de un país pequeño con grandes aspiraciones y contradicciones. Panamá y su Canal, su historia y su gente, quedan bien en una foto de familia en la cual no suele salir mucho.
Texto maravilloso por revelador es también el que trata de Puerto Rico y su gente, con su libre asociación a los Estados Unidos y de fondo Juan Ramón Jiménez que tantas cosas le debe a esa isla.
Un texto para disfrutar de la diversidad de Latinoamérica, para leer a saltos cómo son las cosas por allá (o por allí), para mirarnos en un espejo acá (o aquí), para reírnos de tantas sutilezas que nos esperan en cada esquina de nuestra común lengua. Un viaje en el que veremos sin ver de la mano de uno de los grandes escritores contemporáneos.