Sociopolítica

Becas y ayudas que no debieran darse

 

            En el país donde nací y vivo (España) se ha creado ya una sociedad subvencionada. Y las subvenciones han proliferado tanto, que van desde el que verdaderamente las necesita para comer; hasta a altos conglomerados industriales que las reciben, simplemente para que esos grandes capitales lo sean mucho más. No hablemos de la infinidad de tinglados políticos o anexos a los partidos políticos, que reciben cantidades enormes para simplemente que en ellos medren enchufados o parásitos, que no son otra cosa que cargas que pagamos vía impuestos.

            Ello ya es de bochorno y para comprobar ello, no hay más que investigar en una hemeroteca e ir viendo la cantidad de dinero público que va a destinos muy discutibles.

            Todo ello y no otra cosa, es el motivo de que esa crisis enorme que ya tenemos encima los españoles (y para muchos años venideros) sea aquí mucho más agudizada que en otros países mejor administrados o si quieren… menos malos, administradores de la cosa pública; lo que les está permitiendo afrontar la penuria actual, mucho mejor.

            Como para muestra vale un botón, me refiero a ese bochornoso botón que una maestra o profesora, denuncia y concreta sobre la enseñanza (o lo que esto sea ya) en España y en una de las autonomías más pobres de la nación, que como las demás, administra la enseñanza de sus súbditos… a ciudadanos no se ha llegado aún, aquí.

            “Becas de capricho: Soy profesora y escribo para denunciar la concesión de becas a alumnos, sin que se les exija un rendimiento mínimo. Muchos alumnos que no tienen interés en el estudio, se matriculan en bachillerato para percibir una beca de dos mil euros. Muchos de ellos han obtenido el graduado escolar, con asignaturas suspensas, como lengua y matemáticas. Mientras tanto, acuden a clase para estar de brazos cruzados, cuando no a molestar. Es inconcebible que no se realice un seguimiento, pues muchas veces (las becas) no las necesitan y se las gastan en caprichos personales (motocicleta y otros). Es vergonzoso que no se ponga remedio a este fraude. ¡Menudo sentido de la responsabilidad y del esfuerzo estamos inculcando a los jóvenes de este país!” Ana G. Fuentes (Revista XL SEMANAL 13-06-2010) la que escribe mucho más, puesto que yo he resumido su largo escrito al meollo del mismo.

            En estas zonas donde se desarrolla este hecho y que es un pueblo del sur de la Península; suele comentarse que hay criaturas de éstas, que pasaron “de la escuela al paro obrero”; o sea, una subvención ya enfermiza y que acostumbró a mucha gente a trabajar casi nada, para cobrar lo que se denomina “PER o paro obrero”; y que ha sido un anquilosamiento para muchos que acostumbrados a estas subvenciones, sin apenas trabajar, vivan de ello y se acostumbren a este vegetar, por lo que no se mueven para nada… para nada que no sea arropar a los políticos que les proporcionan estos “manás”, puesto que lo que subyace en el fondo de todos estos grandiosos gastos (en su conjunto se emplean cantidades fabulosas) no es otra cosa que comprar el voto para tenerlo cautivo; única explicación lógica y que explica el por qué, los mismos partidos lleven gobernando (es un decir) las regiones sureñas, desde hace ya más de treinta años.

            Regiones que en conjunto siguen estando de las últimas de España y de las de Europa, lo mismo que lo estaban en los ya lejanos tiempos de los gobiernos de Franco.

            Ello y en gran medida, es debido a que se han consumido cantidades inmensas de dinero improductivo y que el receptor ha ido consumiendo para sobrevivir o vivir cómodamente, según que casos; pero que no han creado la industria y el comercio necesarios para que la riqueza fuese progresiva y que el habitante de estos extensos territorios, pudiese ser librado del servilismo o el mendigar la subvención que les han venido dando y que se les sigue facilitando.

 

            Y en mayor escala, es lo que ocurre en España. Cantidades inmensas de dinero que se entrega, sin planificar contrapartidas lógicas, puesto que el dinero público o dinero de todos, debe darse con “cuenta gotas y unas lupas inmensas”, para ver a donde va y lo que va a producir. De no ser así ocurre lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo.

            O sea que gran parte de nuestros impuestos se van para el trabajador nominal pero que no trabaja, o para el industrial o industria improductiva o monopolista, que tampoco produce nada de interés verdadero para los intereses de toda la nación.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

Torre del Mar (Málaga) 26 de Junio del 2010

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.