Una lágrima plateada se desliza suavemente por entre las dunas de colores de esta Punta Umbría maga, de frente por frente a la Venta del Calé. Una lágrima de plata que empapa la arenilla luminiscente y descubre hoyos por donde los duendes asoman, por donde asoman gnomos arrobados que se encaraman como centellas al alma de niño de este gigante que los acoge con la llamarada prendida del amor, y los puntillea y los puntillea sin desmayo, pacientemente, al olor del sándalo bendito, bajo esta jaima de arabescos de oro albergadora de sueños inacabados en los que levitan seres no ideados y mismo los Smash galantean con acordes electrizantes.
Una lágrima plateada serpentea tarda por entre los surcos de la cara de pasmo de este ángel terreno que esgrime puntos sobre el lino inmaculado. Una lágrima de plata que humedece la límpida arenisca y descubre hoyos por donde se rebelan hadas, por donde se descubren brujas que en un crepúsculo dominador de pináculos y mares encrespados se acicalan en torno al fuego purificador y rondan y rondan en bullidoras danzas, bajo este cielo bronceado, bajo este cielo espolvoreado de luminarias blancas.
En este trocito de playa, de frente por frente a la Venta del Calé. En esta Punta Umbría mágica. En “Punta”.
(El pintor onubense Isidoro Fernández Palma, más conocido como OVERLI, murió físicamente a los cuarenta y nueve años, dejando una extensa obra que se encuentra repartida por todo el mundo. En la actualidad, la Asociación de Amigos de Overli tiene como prioridad la finalización de la compra y la rehabilitación de la casa-museo del pintor en Ayamonte, municipio perteneciente a la provincia de Huelva)
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