por Roberto Carlos Miras
Encontrar palabras es lo que ha hecho Luis Pancorbo a lo largo de muchos años, eso si, acompañado de la curiosidad y de la imagen. Rodeado de viajeros y exploradores publicó en Kairos “Samsara” Y es ahora, cuando nos invita a viajar en su “Abecedario de antropologías” editado por siglo XXI. Poner nombres a continentes y a contenidos humanos, sumergirse en Otros Pueblos que desde 1981 no ha parado de emitirse en Televisión Española.
P- Este libro que publicas se puede llamar “Otros Pueblos”
R- Sí, tiene siempre ese significado de buscar Otros Pueblos con una simple y pequeña ideología o no ideología que sería el relativismo cultural. Desde que empecé hace muchos años, concretamente, en televisión en 1981, a girar por el mundo y hacer programas de Otros Pueblos pensé que el mejor común denominador de todo lo que podría ir haciendo, sería relacionarme con el relativismo cultural en el sentido en que no hay pueblos superiores.
P- Hablas de pueblos superiores, ¿qué quieres decir?
R- Existen muchas cosas validas en culturas muy distintas de las nuestras y utilizar las jerarquías para decir esto es lo bueno, y esto es menos bueno y esta costumbre es inferior etc. No estoy de acuerdo con ello. Aunque como sabemos todo siempre tiene un limite, podríamos hablar de los limites también.
P- Hace pocos meses han pasado en el cine, la película Agua y nos recuerda un poco las palabras que escribes en tu prólogo. ¿cómo podemos concebir en una era como la nuestra ese tipo de costumbres?
R- Ahí Roberto, se quiebra el relativismo cultural o por lo menos se cuestiona. Si todas las costumbres son buenas, que, sucede entonces con el asesinato y con la violación, con el maltrato y con el infanticidio femenino etc.
P- A donde quieres ir a parar?
R- Precisamente en la pagina 467 del libro hablo de Sati que significa la auto- inmolación de las viudas. Todo lo que refleja la película Agua, es cierto y también que periódicamente en la India, dan titulares como este: “una viuda se ha echado en la pira del marido en el Estado de Bijar o de Uttar Prades” y lo dan como una gran noticia.
P- Pero, ¿no fue prohibido en el año 1829?
R- ¡Es cierto! Fue prohibido por los ingleses se sacrificaba a las viudas en la pira del marido. ¿Qué significado tiene esto? La viuda pasaba a ser en esa especie de concepción equivocada en el sentido del hinduismo, pues, una no- persona y una vez muerto el marido no tenía para ella sentido la vida. Es más prefería echarse a las llamas y acabar así.
P- ¿Y ahora?
R- En estos momentos ya no es tan grande el tema de la auto inmolación aunque las noticias esporádicas son siempre noticiones, no en la India. Las viudas siguen yendo al ashram, una especie de convento que existen en los templos, donde por lo menos allí tienen algo de pan, algo de agua y esperan la muerte por su propio pie.
P- Decía el periodista Alberto Oliveras que para un periodista hay que tener una vocación humanista.
¿En tu caso, fue así?
R- ¡Sin duda! Puede haber periodistas especializados en las cuestiones más tecnológicas, pero sin una base humanista que comprenda varias particularidades de la cultura, de la civilización del hombre, pues, hacer una técnica del periodismo y especializarse en cuestiones exclusivamente cibernéticas, da un pobre mapa de la profesión.
P- En el libro nos llamo la atención una fotografía de los ashánika y lo curioso es que piden permiso al animal para poderlo matar.
R- Bueno esto que estas comentando es de una enorme belleza. En ese momento es un animal al que hay que abatir, al que hay que matar. Lo que se de los ashánika y también de alguna otra tribu amazónica es que el mundo de los animales no esta desgajado de la humanidad de una forma tan radical como existe en la cultura occidental o si se prefiere en la cultura judeo –cristiana.
P- ¿En la cultura occidental o judeo cristiana?
R- En la Biblia por ejemplo, la naturaleza es pecaminosa y horrenda, aunque sea tan bella como el jardín terrenal que se acaba de perder, pero en el Amazonas no es así.
P- Al ver tus reportajes o leer sobre ellos, en lo que estamos hablando, veo una relación hombre- animal.
R-Los animales no sólo son seres a los que hay que pedir permiso para poder matar, consumirlos y para que den la vida, sino también a veces los dobles de las personas. He conocido por ejemplo en Colombia a los emberas que se ombligan cuando nacen de un animal. Pasan una ceremonia que se llama la ombligada.
P- ¿En que consiste?
R- Cuando le cortan el cordón umbilical, al poco tiempo comienza la madre a poner en la herida alguna parte muy pequeña pulverizada de algún animal con el que quiere que su hijo se ombligue y no es tanto como decir se emparente, sino que sea verdaderamente el doble de su hijo y puede ser, por ejemplo, si quiere que su hijo sea muy trabajador lo ombligue con las hormigas congas que son muy trabajadoras para que ese niño tenga las cualidades de un determinado animal.
P- Pero, luego nos encontramos…
R- Vamos paso a paso. Nos encontramos con una serie de caracteres o puede ser la majestuosidad o la fuerza de una gavilán o bien la fuerza y la habilidad para esconderse en las aguas del pege raya o un pez rey. Hay varios caracteres que pasan a través del ombligo para formar parte de la persona. Estas personas creen en ello, aunque estén muy lejos de nuestro mundo moderno para mi son muy respetables. Me quito el sombrero cuando veo una civilización de este tipo.
P- En la pagina cincuenta de tu libro hablas del significado de la palabra arrianismo y dices: Doctrina herética según la jerarquía romana, propagada por arrio, un sacerdote de Alejandría, hacia el año 318. Arrio decía cosas llenas de sensatez como que Jesucristo era un hombre, no un Dios y actualmente aun estamos con el tema del limbo…
R- Ciertamente. Todo esto de las herejías desde un punto de vista. Para mi, no son herejías hay que ser muy, muy ortodoxo para creer que algo es hereje y en este caso soy un relativista. Tomemos la palabra por lo que vale. Estas herejías o corrientes de pensamiento y sobre todo la gran riqueza y el gran caudal del gnosticismo, han planteado muchas dudas y circunstancias muy fuera del canon de los evangelios y del cristianismo.
P- ¿Qué nos dices?
R- Había algunos tan peculiares como los ofitas que llegaron a pensar que verdaderamente una de las personas de Dios es la serpiente, ya ni siquiera la paloma o el espíritu santo, si no la serpiente, por eso se llamaban los ofitas. Todo esto lo sigo viendo en el mundo con distancia y en relación con mi último viaje les podíamos contar a los lectores muchas ceremonias, pero también las recojo en este abecedario de viejos cultos y curiosidades pues la distancia todavía es mayor.
P- A veces vienen Lamas tibetanos y nos visitan o bien vamos a Brihuega con los Hare Krishna. Tu has estado en India con ellos. ¿Cuál es tu visión?
R- Bueno es una pregunta casi personal que siempre evito en la medida de lo posible. En este último viaje que he realizado hace un mes para televisión española y para Otros Pueblos, vi en una isla de Fiji que es este país de la Melanesia, un templo que llamaban en ingles de Cobra Rock, era un templo hinduista y fuimos allí a verlo y en efecto dentro del templo había una roca natural, que tenía la forma de una cobra erguida.
P- ¿Qué sucedió? le pregunto rápidamente.
Nos encontramos con toda la parafernalia habitual de ofrendas de flores, de leche, de plátanos. Hay muchos hinduistas en ese país, pues la mitad de la población de Fiji es India, vinieron cuando se encontraban allí los ingleses y estos les mandaron cortar caña de azúcar, para la zafra y ahí se quedaron. Ahora mismo son la mitad de un país de ochocientas mil personas. Creen que este templo de la Cobra crece cada año y cada año hay que hacerle un nuevo techo.
P- Pero, ¿cuándo hablas con ellos que te decían?
R- Muchos me aseguraron a mi, que cuando eran pequeños, vieron el templo y la Roca Cobra era menor, en cambio ahora tiene casi cuatro metros de altura y yo les decía: “¿estáis seguros de que es así? No puede ser que cuando se cierra el templo, viene aquí algún sacerdote hinduista o no hinduista y lo manipula y pone otra roca para que parezca así” No, no – me respondían- que cosas tienes. En estos casos, me quedo con la parte de la duda.
P- ¿Y, los Hare Krishna?
R- Tienen una devoción hinduista muy famosa, adoran a Krishna la encarnación de Vishnu. Tengo siempre una zona de penumbra. No puedo creer que todas las veces que oigo decir algo: “esto es verdadero, en religión, sea cierto o no, pues unas afirmaciones negarían las siguientes.” Una religión sería verdadera hasta que nos encontramos con otra que nos dice o me dice exactamente lo mismo y esto me ocurre muchísimo a lo largo de mi trabajo y a lo largo del tiempo. Prefiero ponerme en mi ventana y no tener que entrar en una determinada religión.
P- Con tantos viajes a tus espaldas, tantos programas realizados, ¿qué es la verdad?
R- ¡Bueno! Verdad aquí, y error allí decía Pascal sobre los Pirineos, verdad en Madrid, error en Galicia, en una pareja lo que uno dice es verdad y la pareja lo cree. Lo ama hasta que deja de amar. Deja de quererlo y eso se transforma en otra cuestión.
P- Pero y para Luis Pancorbo…
R- La verdad para mi es un asunto relativo de forma que me adapto o me acojo a la declaración de los Derechos Humanos y de las Naciones Unidas que si, que tienen una ideología. No debe de haber discriminaciones en razón de sexo, de raza y de otras cuestiones y poco más. Tenemos que pensar que esa verdad que me preguntas se compone de muchas verdades.
P- Estudiamos otras culturas, Otros Pueblos como tu programa y les vemos una cara de felicidad. ¡Curioso!
R- ¡Es verdad! Cuanto más te alejas de la civilización occidental menos stress te encuentras y conocemos a personas dispuestas a compartir todo por poco que tengan y si hablo de un viaje, me acuerdo que hace unos años visité el Congo y me quedé impresionado con la imagen unos pigmeos en un poblado en la selva de Lituri. Me imaginaba el movimiento de una ciudad, de un pueblo que se muda completamente de lugar, la de camiones y de cosas que se necesitarían para cambiar de lugar, pues, asombro, allí aquellas personas llevaban todo al hombro, iban silbando por el camino. Eso me ha hecho reflexionar como aman la naturaleza.
P- Me recuerdas un viaje…
R- Creo que los gallegos aman mucho la naturaleza, pues conozco vuestra tierra y siento como deben de sentirse, cuando hay todas estas agresiones de fuego y de agua, agua negra. Por cierto, también ha venido para culminar un proceso, tocar a la naturaleza y la naturaleza responde a esas agresiones con una respuesta inevitable. Muchas virtudes, muchas lecciones nos dan otras culturas primitivas, tienen como digo un respeto a la naturaleza. Se usa lo que se necesita, pero no se abusa.