Al parecer, investigadores de una universidad austríaca habrían encontrado un remedio médico para curar el mal de amores.
Un estado anímico emocional que realmente, en algunos momentos puede convertirse en una verdadera enfermedad por los efectos que produce: en ocasiones, aquel que hace frente al desamor pierde un sentido en su vida, siente tal cansancio y apatía que tiene dificultad para levantarse de la cama y emprender la rutina diaria.
Además, la fuerza de voluntad se limita al mínimo de tal forma que la emoción se convierte en una burbuja envolvente que impide al afectado mirar más allá de la tristeza. Una tristeza que produce un peso extremo tanto es así, que aquel que se siente apático no puede disfrutar de la amistad o de actividades que antes le hacían sentir bien.
No significa que cada ruptura se viva de esta forma pero sí es verdad que al menos en una ocasión en la vida, una persona puede haberse sentido así como consecuencia de una decepción amorosa. Influyen otros muchos aspectos: por ejemplo, el nivel de autoestima, la edad del protagonista, el nivel de madurez emocional, el grado de idealización que se tenía del otro, la calidad en las relaciones personales…
Una píldora médica para remediar el mal de amores sería muy deseada por todos aquellos que se despiden de la pareja pero de ser cierto, tal vez, los investigadores también deberían realizar algún hallazgo en relación con un medicamento para producir el efecto contrario en el ser humano, es decir, el amor eterno y la estabilidad en la pareja. Pero está claro que este objetivo es más difícil puesto que se trata de aunar dos voluntades.
Dudo mucho que aunque esta píldora pueda remediar algunos efectos de los que produce el desamor pueda realmente aliviar al cien por cien el malestar que siente una persona ante el abandono, el rechazo o el fracaso de una relación que no pudo ser.
El verdadero dolor del desamor surge ante la muerte de una pareja. En ese instante, el proceso de duelo es largo y costoso como muestra perfectamente el escritor C.S Lewis en un libro excelente que recomiendo a todos aquellos que hayan perdido a la pareja: Una pena en observación. Un libro humano en el que el autor describe y analiza su propio proceso de superación personal por encontrar un motivo para vivir ante la pérdida de su mujer.
El ser humano es mucho más que biología por eso igual que no es posible descubrir el elixir de la vida eterna tampoco es posible que médicamente una píldora pueda evitar la falta de sentido que experimenta una persona al perder a otra.
La superación de un desamor es responsabilidad de uno mismo y más allá del dolor también implica un enorme aprendizaje vital en orden a la felicidad en pareja o en soledad.
Foto vía: The PaperBirdBlog
