EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Los hay que se han indignado y cabreado porque desde el PP se está atacando a Rubalcaba con el tema del GAL y del atentado terrorista del 11M. No veo yo motivo alguno para que nadie se moleste por estos hechos en tanto en cuanto en lo que concierne al 11M la cosa está más que clara, porque vamos a ver: ¿Quién se reunió con Bush y Blair en las Azores para decidir la invasión ilegal, además, de Iraq? Cualquier ciudadano que posea un mínimo de memoria recordará perfectamente que quien se reunió con estos dos ilustres fue Rubalcaba, lo que sucedió entonces es que los “malditos” medios de comunicación la tenían tomada con Aznar e informaron de que fue este el que se reunió con los mandatarios del Reino Unido y USA, cuando en realidad fue Rubalcaba. Por tanto el culpable de lo que sucedió el 11 de marzo de 2004 como consecuencia de la represalia de los terroristas islamistas por haber participado España en la guerra de Iraq fue Rubalcaba. Nunca Aznar. Porque recordemos que fue Rubalcaba y no Aznar, quien ha dicho que no se arrepiente de haber participado en aquella criminal decisión y que si se presentara volvería a hacer lo mismo.
En cuanto a los GAL que se mantuvo activo entre 1983 y 1987 está más que claro que Rubalcaba tuvo mucho que ver en su creación y puesta en “escena”. Si tenemos en cuenta que Rubalcaba desempeñaba en 1982 el cargo de director del Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado de Universidades pasando en 1985 a ser nombrado director general de Enseñanza Universitaria cargo que ocupó hasta 1988 en que fue nombrado secretario general de Educación desempeñando esta labor hasta 1991, como se puede ver el periodo de 1983 a 1987 entra dentro del ciclo en los que estuvo desempeñando su trabajo dentro del sistema educativo, por lo que perfectamente se puede ver con la máxima claridad que desde esos cargos pudo muy bien organizar los GAL ya que esta actividad “antiterrorista” se “complementa perfectamente” con todo aquello relacionado con la educación a lo que hay que añadir la “enorme” carga de “influencia” en las decisiones del Gobierno que desde los cargos que ocupó entre 1982 y 1991 disponía Rubalcaba. Se puede afirmar que el que dirigía el Gobierno era él.
Por tanto las cosas como son y a cada cual lo suyo. En esta ocasión y como viene siendo habitual, la derecha tiene razón y no miente, nunca miente, y no miente jamás porque su verdad es la mentira.