Los artistas que exponían son locales, reputados y apreciados.
Cristina Beltrán y Angel Laín se han confabulado para proponernos una muestra imaginativa, plena de simbolismo y provocación gregueriana. En esta tarde de marzo, fría todavía, la asistencia fue más que generosa. El Espacio Cultural Adolfo Dominguez se abarrotó de amigos, familiares, artistas, diseñadores, empresarios, profesores, escritores, poetas, hosteleros, editores, periodistas, galeristas; en definitiva de todos los amigos a los que debemos nuestro reconocimiento y gratitud.
Tras la apertura y presentación de los artistas y una breve glosa sobre su trabajo por parte del comisario y coordinador del espacio, tomaron la palabra Cristina y luego Ángel para contarnos los motivos que los han llevado a la realización de estas obras.
En todo momento la atmósfera que se respiraba invitaba a la cordialidad y al distendimiento y para reforzarlos más teníamos la sorpresa final. El ilustre poeta Salvador Dastís, amigo de los dos artistas, aceptó su invitación para recitar unos versos. Con voz débil, Dastís, sentado en una silla, desgranó tres poemas en los que la emoción del poeta flotó por la sala recalando en cada oído. Transcurrió el tiempo, investido de silencio en torno a la voz del poeta. Después compartimos unas copas de vino.
Fueron muchas las opiniones que coincidieron que las obras efectuadas en la planta inferior de la boutique Adolfo Dominguez, han dotado al Espacio de una mayor visibilidad que ofrece la sensación de amplitud de la sala de exposiciones y una mejor observación de las ruinas romanas aquí existentes.
Estamos muy contentos de haber compartido un rato con vosotros, artistas y visitantes.
Eugenio Mateo
Coordinador