“El arte no es ya el problema moral del héroe, ni los ideales, que al final anuncia, sino los procedimientos de expresión del artista mismo, es decir su forma de construir, su genialidad en los recursos para entusiasmar, interesar; para la disolución del yo”
Gottfried Benn
Ciudades a la deriva, Stratis Tsircas
Stratís Tsircas es el pseudónimo de Yanis Jartsiandreas nacido en El Cairo en 1911, pertenecía a una humilde familia griega que emigró a Egipto hacia finales del siglo XIX, era originario de la Isla de Imbros y había huido al país de las pirámides para evitar ser llamado a filas por el ejército otomano. Stircas se sintió siempre un refugiado; puede que esta situación al niño en una geografía convulsa, lo llevara a tan temprana edad a ir tomando conciencia de la realidad en que vivía sin olvidar sus raíces griegas. Desde muy joven sintió una verdadera pasión por la a literatura, cuando contaba solo 16 años ya hizo traducciones de Heine, Musset y Schiller, lo que muestra una temprana exigencias a asumir por sí mismo un criterio de alto nivel lírico. Siendo Cavafis el alma guía a quien dedicó un trabajo de investigación que duró cinco años. Claro concepto y compromiso que sería la pasión toda su vida la de tan influyente poeta que conocería personalmente en 1927. Existencia compartida en dos estadios, la literatura y la política, esta última de constante monólogo interno, soportando su duro enfrentamiento dialéctico frente a sus compañeros del Partido Comunista Griego supuso. El clásico enfrentamiento entre el concepto estalinista de la literatura de clase y la libertad que exige toda creación y pasión literaria.
Ioanna Nicolaidou autora de esta excelente edición señala que “Ciudades a la deriva no es una autobiografía. O, al menos, no lo es más que cualquier otra si aceptamos que la línea la autobiografía y la ficción es a menudo borrosa; o si aceptamos que toda escritura narrativa, de una u otra manera, fondo una (re)escritura del yo, una suerte de autotraducción de las experiencias propias” Esta es la manera de poder definir esta trilogía divida con los títulos: El Club, Ariagni y Bat, en las que transcurre todo el trágico proceso durante Segunda Guerra Mundial. Tras la ocupación de Grecia por la Alemania nazi, que significó de una gran importancia por parte de las brigadas griegas en el exilio contribuyendo al esfuerzo bélico aliado en Oriente medio en tres ciudades, Jerusalén, El cairo y Alejandría en las que transcurre tan palpitante historia, que desde la ficción relata todo un desarrollo histórico de ritmo desbordante, en la lucha contra el fascismo en tres ciudades destacado del Partido Comunista Griego.
Espacio de encuentro “entre historia y ficción, una novela-río de múltiples dimensiones, personajes, voces y miradas” en la que se muestra el papel de la literatura en la construcción de la memoria histórica. La pregunta “sobre si era este el mundo por el que se llevó a cabo la guerra contra el fascismo”, con la intención comprometida del autor de despertad el interés necesario en el lector para adentrarse en su lectura. Ya señalo al principio de esta crónica como el principal protagonista se interroga a sí mismo si”Uno puede entregarse en cuerpo y alma a una causa justa, puede vivir y respirar por ella y solo por ella, y sin embargo estar engañándose a sí mismo. Otro, en algún lugar de si interior, no cesa jamás de soñar, de hacer proyectos, de gozar o de sufrir, independientemente del ideólogo, casi a escondidas de él” Una obra maestra para lectores exigentes consigo mismo.