Así titula su nuevo libro de poemas, el escritor y poeta Fran Nuño. Un poemario dividido en tres partes y cuyo nexo de unión lo representa el acercamiento al lector, un acercamiento desprovisto de disimulo alguno ni dobleces porque parten los versos de Nuño directos al corazón: “Quizás ahora, / tú sabrás en qué lugar, / te preguntas / que quién era yo, que por qué estoy ahí, / pues puede ser que estés observando / una fotografía conmigo al fondo”. Y es que se sitúan estos poemas bajo la premisa de Rafael Guillén, que dice lo de: “La vida sigue andando al fondo de las fotografías”. Pues es cierto, y no lo duda ni por un instante el poeta que nos envía mensajes claros cuando habla, por ejemplo, del poder de algunas fotografías: “El de ésas / que pueden hacer del momento / un incontrolable desfile / de imágenes y voces / que se hallaban / en paradero desconocido”.
Con este “Fotografías contigo al fondo”, Fran Nuño -sevillano nacido en Bilbao, en 1973, como a él mismo le gusta denominarse- hace su segunda incursión en el mundo de la poesía. Dinamizador cultural, librero-editor, dramaturgo y escritor de una sólida trayectoria ya y especializado en literatura infantil-juvenil, es autor de una veintena de obras publicadas en distintas editoriales. Ha recibido varias menciones en importantes premios, tanto por su trabajo literario como por su labor a favor de la lectura y ha sido traducido al gallego, catalán e inglés. En 2010 salió a la luz su primer libro de poética dirigido al público adulto, “Deambulaciones” (Ediciones En Huida), con el que consiguió ser candidato al Premio de la Crítica de Andalucía. También ha publicado poesía en revistas y antologías y ha participado y organizado innumerables recitales a lo largo y ancho del país.
“Fotografías contigo al fondo” es un conjunto de poemas en los que Fran Nuño se recrea, sea dicho de esta manera, en el destino incierto de una fotografía tamaño carnet, siendo consecuente con lo anunciado por Saramago: “Llevar el retrato de una persona en el bolsillo es como llevar un poco de su alma”. Que en sus fotosíntesis Nuño se engalana con sus mágicos hallazgos: “Fotografías enmarcadas, / retrovisores / de nuestros pasos”. “Caja de fotos, / cronología desordenada”. “El disparo de la cámara / agujerea a la realidad”. “Llegará el día / en el que nuestro álbum fotográfico / sólo contendrá fotos antiguas”. Así, tras un sorprendente “Para sorprenderte”, nos aclara quien compone el propósito de la otra persona: “Aunque te rieras / a carcajadas… / Te burlaras / con sorna… / Y me pusieras, / con malicia / en boca de todos… / Quiero hacerte saber / que, incluso así, / no conseguiste tu propósito, / pues “el amor / nunca siente el ridículo”. Y al fondo, siempre al fondo, una “Infancia en paracaídas” o “Como algunas fotografías”: “Los poemas son / como algunas fotografías: / sin ni siquiera sospecharlo / podemos aparecer en ellos. / Aunque sea al fondo”.