Enfoques cooperativos; Hoy: La Problemática indígena evidencia la entropía del sistema capitalista
La controversia abierta con los aborígenes de conflictos persistentes, no resueltos y peor aún, en casos de pretender terminarla a la atropellada, evidencia un desconocimiento o negación a asumir que es consecuencia del modelo socioeconómico cerrado que ha entrado en su fase de descomposición.
Lejos está de nosotros, miembros de TECNICOOP, exasperar la cuestión, por cierto delicada, más bien aportamos un enfoque diferente para que se mire y actúe diferente, sin represión, en bien de la paz social.
Sin dudas, la cuestión aborigen es un asunto referido a la tenencia de la tierra y su necesaria y urgente incorporación moderna y dinámica a la producción, ambos aspectos-inseparables- son admitidos por la economía cooperativa como plena solución eficiente y pacífica”.
Bien podríamos preguntarnos el origen del estallido de la problemática aborigen, y para cualquier honrado economista o Lic. En Administración está claro que el modelo socioeconómico denominado capitalista es un sistema cerrado que ha desencadenado ya la entropía, y ésta se basa ,como sabemos, en la segunda ley de la termodinámica que plantea que la pérdida de energía en los sistemas aislados los lleva a la degradación, degeneración, desintegración y desaparición, es lo que está ocurriendo, sin dudas.
¿Acaso no estamos en la globalización económica? La globalización capitalista es un sistema cerrado pues sólo funciona hacia una dirección, hacia el beneficio de las grandes corporaciones que avanzan hacia el sector rural y allí están los aborígenes.
Se debe abrir el sistema admitiendo otros tipos de modelos productivos eficientes como el modelo cooperativo e impulsando la incorporación de los aborígenes a una nueva dinámica socioeconómica abierta y virtuosa, sobre todo respetuosa de la naturaleza y del buen vivir.
Félix Díaz comparte experiencias de su viaje a México.
Se afianzó el proyecto de cooperativizar el territorio Qom.
Con el objetivo de conocer la experiencia del líder Qom Félix Díaz en México desde su propia voz, el Sr. Fabricio Brunelli, convocó en su domicilio particular una reunión a miembros de TECNICOOP y referentes de medios de comunicación.
Recordemos que La Fundación Servicio, Paz y Justicia (SERPAJ) encabezada por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de Paz, responsabilizaron a los gobiernos nacional y provincial por la violencia que padecen las comunidades indígenas, y que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya advirtió al gobierno argentino que debía proteger a los Qom.
Félix Díaz de regreso de Capital Federal pernoctó en Formosa y haciendo propicia su presencia en su domicilio particular, Brunelli organizó un encuentro a fin de escuchar la experiencia y conclusiones de la visita del líder Qom a México, y de manera especial su observación sobre el emprendimiento productivo cooperativo en Chiapas.
De tal modo, Félix narró pormenorizadamente sus vivencias en el país del norte a las que calificó como “muy positiva porque aprendí mucho de los hermanos aborígenes”.
Resaltó como experiencia común de las luchas que llevan adelante los aborígenes descendientes de los mayas y de los aztecas que se originaron en la población afectada por la implementación de proyectos que pretenden el despojo de sus territorios y que todas en algún momento han sufrido represión por parte de las autoridades del Estado.
La hora de cooperativizar
Por mi parte ratifique el compromiso en representación de TECNICOOP de apoyar el proyecto productivo con base cooperativa que anteriormente lo pusieran a disposición de la comunidad Qom, toda vez que el propio Félix Díaz comprobó la potencia del modelo cooperativo como herramienta eficiente en la formación complementaria cultural productiva de los aborígenes sin descuidar su propia cultura ancestral.
La reunión concluyó exitosamente y con el compromiso de avanzar paulatinamente y acorde a las pautas fijadas en el proyecto de colectar instrumentos de labranza y las demás apoyatura logísticas necesarias para la efectiva ejecución.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
por José Yorg, el cooperario