Según Eugenio Noel los rasgos principales del flamenquismo son la chulería, que consiste en la prestancia personal sobre toda otra moral, el garbo, afición a los toros, a la guitarra canalla, a los cantes andaluces y al matonismo que «prefiere la navaja al revolver» y llama a la dignidad «vergÁ¼enza torera» y al corazón «riñones»
25 de Marzo de 2014.-«El mal no es sólo la flamenquería, sino toda forma de histrionismo y deportismo. Todo se reduce a espectáculo. Dirán que está usted loco, pero ánimo y no ceje. Y no olvide que hay un batallón de solitarios tras de usted«. Esto le decía Miguel de Unamuno a Noel en la misma época en que publicó el libro, Señoritos, chulos, fenómenos, gitanos y flamencos, y que acaba de reeditar por vez primera desde su aparición en 1916 Berenice, dentro de su colección Contemporáneos.
«Con este libro Eugenio Noel realizó el intento más sistemático de descripción de la causa de sus desvelos: el flamenquismo y sus horribles consecuencias«, comenta su editor, David González Romero, para quien con esta obra este polémico escritor viene a detectar «los males de la patria española en una amalgama antropológica que resume lo peor de la cultura popular y considerada subalterna a principios del siglo XX: el tipo flamenco«.
Según Eugenio Noel los rasgos principales del flamenquismo son la chulería, que consiste en la prestancia personal sobre toda otra moral, el garbo, afición a los toros, a la guitarra canalla, a los cantes andaluces y al matonismo que «prefiere la navaja al revolver» y llama a la dignidad «vergÁ¼enza torera» y al corazón «riñones».
«El flamenquismo se da cita en las plazas de toros, engorda y se desarrolla allí. Amor por la riña, el galleo, por la juerga, la trata de blancas, la pornografía y el género chico.», afirma Noel, quien trata en este libro en desentrañar el «compuesto» sociológico y la impostura desclasada por la que «el flamenco vive en todas las clases sociales; le veis en la taberna, en el club, en la política y en el periodismo, con gorrilla o chistera, conservadores y republicanos«.
Asimismo, el autor hace referencia a las jergas y ademanes que se dan en el ambiente flamenco, así como al prototipo de personaje que frecuentan este tipo de círculos; «un mestizo degenerado, bastardo y lleno de falsificaciones, principalmente, de los estereotipos del andaluz aflamencado, del gitano, del chulo madrileño, aunque se le puedan añadir, según Noel, otros tipos definitorios como el euscarico, el carretero aragonés o el asturiano«, asevera su editor David González.
Desde el punto de vista político este tipo de personaje está adscrito al «apachismo político«, a «todos los aspectos del caciquismo y el compadrazgo«, afirma su editor, para quien su ácida denuncia política también guarda curiosos paralelismos con nuestro presente: «¿Qué diferencia hay entre algunas escenas de libro de Noel sobre el compadreo caciquil de los señoritos chulos que amañan elecciones y llegan a todo tipo de componendas, o entre la distendida charla, entre gintonics, en un partido de fútbol o en un prostíbulo, de unos politicastros o concejales corruptos hablando de aquellas interesantes parcelas o del reparto de sabrosas ayudas públicas?… Noel está más vigente que nunca.»
Eugenio Noel, seudónimo de Eugenio Muñoz Díaz, (Madrid, 1885 – Barcelona, 1936), escritor español. De humildes orígenes, realizó estudios de Seminario que costeó la duquesa de Sevillano. El Noel le viene de sus amoríos juveniles con la cantante María Noel. Tras dejar la religión, llevó una vida de periodista bohemio, de ideología republicana y socialista. En 1909 se alistó voluntario para luchar en Marruecos.
Sus artículos sobre la campaña de África en España Nueva le valieron la cárcel Modelo; al salir de allí conoció a la cubana Amada, que sería la pasión de su vida. En 1913 inicia su campaña antiflamenca y contra la fiesta de los toros recorriendo toda España y América, viajes de los que dejó escritas varias crónicas, en las que se fijó en especial en las injusticias sociales y que le supuso no pocos disgustos.
Murió en la miseria en una cama alquilada de un hospital barcelonés. Entre sus obras más conocidas: República y flamenquismo, Pan y toros, Escenas y andanzas de la campaña antiflamenca, Las capeas, Semana Santa en Sevilla, Aguafuertes ibéricos, España, nervio a nervio y su novela prostibularia Las siete cucas, el libro más reeditado de Noel.