En el día del Patrimonio cultural y arquitectónico que celebra Chile cada 25 de Mayo, como muchos, visito la Feria de las Pulgas, del Sector de Aguas Negras, en la Provincia de Curicó. La Feria es como tantas que existen en muchos lugares del mundo, lo diferente es nace en un lugar mal catalogado como conflictivo, delictual, vulnerable, y casi sin cultura; la verdad es que se ha hecho camino así mismo transformándose positivamente para alegría de todos los que viven en el Sector, que por añadidura son un buen ejemplo emprendedor tanto para su Comuna como también para la Región del Maule. A punto de llegar a la Feria avisto multitud de toldos azules.
Impregnándome de su impresionante colorido paseo por las Pulgas. Como muy barata, y conveniente, la definen los curicanos. En más de una ocasión pasea por sus puestos algún turista estadounidense, francés, colombiano o argentino. También vemos participando en esta feria a artesanos en lana de la vecina República de Perú, productos con muy buena acogida por parte de los curicanos. Sus improvisados y variados puestos nos ofrecen: condimentos, miel, mote, harina tostada, salsa de ají, productos hortícolas y frutícolas de la Provincia de Curicó, también artículos para el hogar: muebles, loza, línea blanca. Además: abrigos, parkas, tejidos, lencería, jeans; de todos los estilos, prendas clásicas o modernas en excelente estado, algo que quedó chico, un regalo que no gustó, una talla muy grande para su dueño, etc, por 100, 500, o 1000 pesos chilenos solamente. Y cosas que habitualmente no venderíamos: fierros y herramientas algo oxidadas pero reutilizables, antigÁ¼edades, juguetes, zapatos, librería, cuadernos, medicamentos. Dentro de esta amplia oferta de las Pulgas de aguas Negras también encontramos artículos nuevos, porque “…casi todos los de las Pulgas viajan una vez al mes al Barrio Meiggs de Santiago”. La Feria también destaca por una amplia oferta gastronómica: empanadas, papas fritas, pie de limón, brochetas, jugos 100% naturales, chocolates artesanales, etc.
Sobre su historia podemos decir que data del año 1998, aproximadamente, con un inicio muy modesto, sólo algunas personas en medio de la cancha de Aguas Negras, lugar que en aquel entonces, no estaba asfaltado. La idea de la Feria nació por un sentido Socio –económico, es decir, que las familias vulnerables del sector pudieran ejercer una actividad comercial informal para generar un pequeño ingreso que les permitiera tener una mejor calidad de vida; debo aclarar que quien visite la Feria puede ver la gran evolución de estos comerciantes informales, que al día de hoy son un excelente ejemplo emprendedor para toda la Región del Maule.
Destaca además en la Feria de las Pulgas su gran riqueza cultural la que se expresa como fiel reflejo de la idiosincrasia chilena, y sudamericana. Desde el año 1998 los puestos crecen, ampliando año tras año el territorio de la Feria, generando un colorido panorama visual cada fin de semana, o día festivo, a sus miles de visitantes. Su exponencial crecimiento, abarca desde la gran cancha a todas las calles circundantes incluidos los pasajes, hasta la periferia, la calle Hualañé por donde transita la locomoción colectiva, calle en la que a ambos lados se desplegaban los puestos comerciales. Situación que se ha ido ordenando con el tiempo gracias a la ayuda de Carabineros, quienes han dispersado a todas las personas que se instalaban en el lado izquierdo de la calle, y que no pertenecían a la Feria, pero que tenían la necesidad de un espacio para trabajar. El mismo desalojo vivieron los vendedores que se ganaban al medio de las calles interiores.
Lo anterior dejó en evidencia la asfixia económica de muchas familias vulnerables, y corrobora la necesidad de un espacio permanente que permita al capital humano emprendedor de la Provincia de Curicó desarrollar su actividad comercial en calidad de emergentes, espacio que por ahora no encuentran en la Feria de las Pulgas de Aguas Negras, a raíz del desalojo con Carabineros, emprendedores que en este momento están en el limbo. Y que no pueden hacerse de un espacio en el Mercado Municipal, o en otras ferias, aludiendo que son muy caras, en virtud de que esta es gratuita, ideal para quien recién comienza a trabajar independiente y que prefiere capitalizar y no recurrir a los dolorosos préstamos de entidades bancarias.
Las experiencias de trabajar en el mercado de las Pulgas es variada. Cito la experiencia de una jefa de hogar que participa hace más de cinco años en esta Feria, y que asiste a un curso de gestión empresarial que dicta la Institución Prodemu. Recuerda que cuando llegó a las Pulgas el sistema era que el que llegaba primero se instalaba, que nadie era dueño de un espacio, ahora sí, y confirma que hay muchos que tienen varios puestos con palos blancos, hecho que ella no comparte, la idea original era de disponer de un puesto para cada uno, por familia, y que quienes lo necesitaran tuvieran esta oportunidad, que cabe destacar es un beneficio de la Ilustre Municipalidad, de la cual están muy agradecidos.
A pesar de ciertos temas negativos que empañan la buena fe de la Feria, hace énfasis de que su experiencia es buena, se distrae, tiene como ayudar a su familia, disfruta ver a la gente, los vecinos (feriantes). “…Soy feliz con público, toda la vida había deseado tener mi negocio, cuando en aquellos años veía llegar a otros acá, me preguntaba, cuándo estaré yo así.” Cierto, tal cual me comenta ella, la Feria es una gran fuente de trabajo que ha inspirado a muchos. Quienes pertenecen a esta Feria, la quieren y la protegen, por lo que se entiende que sean tan territoriales.
Como visitante de la Feria de las Pulgas del Sector de Aguas Negras me quedo con un recuerdo alegre y positivo, porque comunica esperanza, trabajo en equipo, un gran amor por la familia, aparte de ser una exitosa idea de emprendimiento colectivo que goza de una merecida fama y trayectoria superando todas las expectativas de sus gestores. Bien merece nuestro reconocimiento la Feria de las Pulgas de Aguas Negras en el Día del Patrimonio Cultural, porque genera identidad, promueve los valores curicanos, y también las costumbres y tradiciones maulinas, y es una genuina expresión de chilenidad que también sirve de plataforma a los artesanos sudamericanos que en alguna ocasión también llegan a mostrar su arte. Realmente destacable idea emprendedora que demuestra que con espíritu de superación, esfuerzo y constancia, todo sueño de prosperidad es posible.