8 de noviembre de 2013.- Los procesos que sufrió Jesús de Nazaret, ¿fueron justos? ¿Fue legÃtima la intervención judicial de las autoridades judÃas y del prefecto romano Poncio Pilato? En la opinión popular se halla fuertemente asentada la tesis de la injusticia radical de todo el procedimiento, pero la ley y el derecho de la época tumban esta tesis, como asà lo ratifica José MarÃa Ribas Alba, uno de los mayores expertos internacionales sobre esta temática, en un ensayo que acaba de publicar la editorial Almuzara titulado Proceso a Jesús.
“A Jesucristo no lo crucificaron los judÃos ni los romanos, sino la Ley y el Derechoâ€, asevera Ribas Alba para quien, a la luz del derecho y de la teologÃa polÃtica judÃa y romana, “los procesos a Jesús deben ser considerados perfectamente acordes con las normas y la mentalidad de la época. El Galileo predicaba un mensaje que, aunque asentado firmemente en el medio judÃo, representaba una heterodoxia radical. Sólo un acto de fe en su persona por parte de las autoridades hubiera evitado un destino que humanamente parece inevitableâ€.
En este libro se examinan desde una perspectiva de alta divulgación los acontecimientos polÃticos, religiosos y jurÃdicos en los que se materializó el rechazo de la sociedad de su tiempo al nuevo MesÃas. Igualmente, nos ofrece las claves fundamentales por las que se le procesó, aludiendo a la situación polÃtica de la Palestina y al roce obligado entre la radicalidad de la doctrina del Nazareno y las autoridades judÃas, representantes de un régimen teocrático.
Además, según el autor, “el mensaje de Jesús tenÃa que terminar chocando también con la autoridad romana provincial, dado que la ideologÃa imperial reservaba al propio emperador el monopolio universal de la mediación entre los hombres y los dioses. La filiación divina de Jesús suponÃa un socavamiento de la autoridad del emperador, también él hijo de un diosâ€.
En este sentido, el autor defiende en este ensayo la legalidad de los trámites procesales del juicio “de acuerdo con lo que podemos saber de los criterios normativos aplicables en esta épocaâ€, y sostiene, igualmente, la existencia de dos procesos interconectados, “dado que el delito de blasfemia judÃo y el de lesa majestad romano tienen muchos puntos de contacto: en ambos casos se trata de delitos polÃtico-religiosos y no cabe hablar, por tanto, de un proceso religioso, el judÃo, y de otro polÃtico, el romanoâ€.
“Tanto la teologÃa polÃtica judÃa como la romana no podÃan admitir el nacimiento de una doctrina que ponÃa en cuestión sus fundamentos más profundos y en ambas instancias lo religioso y lo polÃtico se mezclaban de una forma difÃcil de captar desde la mentalidad moderna†comenta el profesor de Derecho Romano.
Respecto al proceso judÃo, José MarÃa Ribas Alba da argumentos sobre la existencia de trámites procesales anteriores al momento de la detención en Getsemanà y reivindica, en todo caso, que “el final terreno de Jesús no fue el resultado de una reacción más o menos arbitraria camuflada con apariencias jurÃdicas, sino la existencia de un verdadero proceso según el derecho penal y procesal de la época“.
Por lo tanto su muerte, profetizada en las Escrituras, no fue la consecuencia de una actuación ajena a las reglas jurÃdicas, una especie de linchamiento fruto de una malignidad incomprensible. Según el ensayista, “la ejecución en la Cruz tuvo como antecedentes una cuidadosa indagación judicial sobre su doctrina llevada a cabo por el SanedrÃn de Jerusalén. Pilato, por su parte, pese a las dudas y vacilaciones, terminó por condenar a alguien que no negaba presentarse como rey de los judÃos, desafiando de esta forma la suprema posición del emperadorâ€.
“En demasiadas ocasiones esta idea se subraya de modo especial, añadiendo una descalificación moral sobre la actuación de los judÃos, una descalificación en la que late de manera más o menos velada un antisemitismo esencial que deberÃa haber sido superado hace ya mucho tiempo, pero que sigue impregnando el tratamiento de este problema†afirma el autor.
José Ribas Alba (Sevilla, 1961). Hijo de padre gaditano y madre sevillana, se licenció en Derecho por la Universidad Hispalense en 1984. Bajo el magisterio del profesor Murga Gener, obtuvo el grado de doctor en 1990 con una tesis sobre el origen de la sucesión legÃtima en Roma.
Desde 1991 es profesor titular de Derecho Romano. Entre las publicaciones de su especialidad destacan sus obras, Persona: desde el derecho romano a la teologÃa cristiana (2012) y Jesús es condenado a muerte (2013).
Ha escrito numerosos artÃculos de su especialidad en revistas españolas y extranjeras. En la actualidad desempeña el cargo de director del Departamento de Ciencias JurÃdicas Básicas en la Universidad hispalense. En 2006 publicó en Almuzara su TeorÃa del trepa sevillano (ya en 2ª edición) y en 2013 su CrÃtica de la Rezón sevillana.