Quién no posee una mente atormentada no sigue publicando poesía,
yo, aunque pocas ediciones venda, seguiré dejando mi huella
en las mismas playas mentales llenas de impotencia,
donde pisadas sinceras creo que dejamos marcadas.
Prefiero estar solo que mentirme con falsos futuros y falsas promesas,
tengo todo que ganar en este mundo contradictorio y
nada que perder en mi mundo sincero, hago callar al ruido,
como Ismael Serrano en «Sueños de un Hombre despierto».
Me quedo con todo lo grande que puedo lograr,
no es sinónimo de prepotencia, sino de trabajo y humildad,
todo lo he ganado yo mismo, hasta tu corazón,
que corría a marchas forzadas por su necesidad.
©Roberto Zarco.