Cosas de la vida, una empresa que nació como un proyecto menor se ha ido haciendo un hueco en el corazón de los españoles, o mejor dicho, en su bolsillo, y ha conseguido sobrepasar, en volumen de negocio, a un gigante como El Corte Inglés, según anuncia hoy El País citando un informe de la revista Stores realizado por la consultora Deloitte.
Mercadona se ha colocado en el puesto 38 de dicho informe, tres puestos por delante de El Corte Inglés, lo cuál supera lo anecdótico y da muestras del cambio en los hábitos de consumo de los españoles.
Hasta ahora, los consumidores acudían a El Corte Inglés en busca de la excelencia, a la caza de la exclusividad, tratando de encontrar la calidad de los productos, la variedad de las marcas y la amabilidad en el servicio.
Pero Mercadona rompió esa combinación y ofreció dos únicas alternativas a sus consumidores: la marca líder o su propia marca (El Hacendado). Y la cosa funcionó.
Gracias a que sólo compra a un proveedor consigue un gran poder de compra con él, lo que le permite obtener precios altamente competitivos que luego repercute en el precio final, aprovechando, también, su ahorro para obtener una marca blanca de cierta calidad, muy apreciada por el consumidor final.
Mercadona ha demostrado que la única estrategia empresarial que siempre funciona, en cualquier sector, en cualquier contexto, es la sencillez. Lejos de parafernalias y complejas campañas de marketing, la marca valenciana ha sabido ofrecer a sus clientes sencillez.
Una sencillez que combina con el trato conciliador con sus empleados, un trato que la convierten en una de las marcas más apreciadas por los trabajadores, debido a sus respetuosos horarios comerciales y a sus correctas condiciones laborales.
En definitiva, Mercadona demuestra cada día que cuando las empresas se gestionan con rigor, con una idea clara y con un objetivo ambicioso pero asumible los resultados aparecen por sí solos.