En un principio fueron dos
Adiós al Sr. y la Sra. White. El 2 de febrero quedará mal grabado en nuestras memorias rockeras como el “día del divorcio después del divorcio”. El sótano ha quedado más limpio y con menos eco; el dúo de Detroit había sido el amo y señor de ese lugar en la última década, imponiendo una estética y sonido que hacía renacer —una vez más— el espíritu básico del Rock.
Producto de esta nueva nostalgia los discos del grupo se han elevado en ventas, llegando a incrementarse en un 612% en el caso del fabuloso — y mi favorito de lejos— White Blood Cells. Aprovechando la situación no faltará algún despistado —si, esto es una convocatoria subliminal— que realice una recolección de firmas para que la Real Academia Española incluya alguna foto de la banda junto a la palabra “minimal”; o tal vez para que realicen un concierto de despedida en esta ciudad. Soñar es gratuito.
Guitarra de Blues
El siguiente texto es impuntual.
Tengo problemas con el tiempo. Llego retrasado a todos los sitios. Los White Stripes pulverizaban su tiempo con golpes de batería y afilados riffs. La ciudad está siendo recorrida por elefantes de marfil, ensangrentados. Avanzamos en procesión detrás de ellos. A las nueve, a las doce, a las seis, todo es igual. Corro desesperadamente para tratar de encontrarle un segundo extra al minuto. Finalmente, llego a mi destino y mientras soporto las miradas de enojo y escucho las reprimendas, pienso que, en algún escenario de este planeta, habrá alguna banda de garaje rock con gotas de blues que llegue tarde al escenario o que cancelen su concierto por lluvia o ansiedad. Decido irme. Es el fin, adiós, primer dolor lúcido. Orquídeas azules nunca más. Y el reloj late, te juro que late
“Los White Stripes ya no pertenecen a Jack y Meg. Los White Stripes ahora les pertenecen (a Uds.) y pueden hacer con ellos lo que quieran. La belleza del arte y de la música radica en que puede durar para siempre si la gente así lo quiere. Gracias por compartir esta experiencia. Su participación no será olvidada, estamos sinceramente agradecidos»