Sueño con tener suerte y no volver a soñarte,
como un alcohólico con no tener alcohol en sus manos y
yo aún sigo soñando tenerte en las mías,
en mis humildes entrañas.
Las ganas por salir del laberinto, vuelven locas
a las de seguir en él, auto-engañado, entre rejas,
aún a sabiendas de los propios engaños,
ya no vuelvas
por los mismos senderos que ayer pisamos.
Con más ganas de seguir soñando, que de seguir rimando
me acerco al borde del abismo,
ya no estás abajo, para socorrerme en el último instante,
lejos de todo,
lejos de tí,
alejémonos del todo y también
de la nada.
©Roberto Zarco.
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