Neuman está en Panamá y para los que no le conocen les digo que no deben perderse a uno de los mejores escritores hispanoamericanos que tenemos. Como ya ha dicho Carlos Oriel Wynter es “el escritor en quien Roberto Bolaño confiaba”. Y digo estas cosas más allá del cariño personal que siento por Andrés.
Su literatura seduce con novelas como “Bariloche” o “La vida en las ventanas”, un excelente texto en donde ficción, nuevas tecnologías y publicidad sirven para crear una historia inolvidable. Con poemarios como “El tobogán” de gran calado lírico y sentimental, que experimenta e inquieta a un tiempo. Con cuentos como los de “Ášltimo minuto” o “Alumbramiento” que se cierran con unas brillantes reflexiones sobre el género que inspiran. O con sus aforismos de “El equilibrista” que enamoran el intelecto.
De toda su obra yo quiero quedarme con “Una vez Argentina”, una suerte de novela-memorias que están escritas con sensibilidad y profundo sentido estético. El desfile de familiares, amigos y situaciones del alma hacen que para mí sea un de los libros más hermoso que he leído junto a “El libro de mi madre” de Albert Cohen y “El libro de mi padre” de Urs Widmer.
Y es que en Andrés todo es literatura, todo es un derroche de talento. Déjenle ante el público el lunes con sus textos y hará las delicias de todos, se come la escena, interpreta, llama a la risa o la reflexión y a la belleza. Este argentino granadino es un excelente baluarte para las tablas, se los dice quien le ha disfrutado más de una vez por Madrid.
Pero celebramos su Premio Alfaguara de novela y lo que toca es “El viajero del siglo”, novela ambiciosa, original en su estructura y llena de genio, oficio literario y belleza. Un acierto la unanimidad del jurado y un acierto el de Alfaguara llevarle a Panamá para que vean y conozcan una de las obras literarias más solventes del panorama. Quise que estuviera antes en Panamá y al final no pude ser, se enredaron las cosas y no se concretó nada. Pero Andrés llega a nuestra tierra por sus propios fueros, por los méritos de su indiscutible literatura y por su altura de persona cabal y entrañable.
Les envidio mis queridos amigos: en Panamá y con Andrés Neuman. Para la próxima espero estar pero quiero convocarlos a que estén presentes. Profesores de español, asistentes a talleres de escritura creativa sea poesía, cuento o novela, lectores en general, todos: el 23 de noviembre a las 19:30, tienen que estar en la Biblioteca Nacional, en la Sala Extranjera, escuchando a Andrés Neuman que además estará acompañado por uno de los grandes de nuestras letras y poseedor de un universo propio como es Carlos Oriel Wynter. No se lo pierdan. Les prometo que no se arrepentirán.