Cultura

Animalicos: una tragicomedia rural

Escenarios, 70

ANIMALICOSDurante las fiestas del Pilar y también en la semana siguiente, el zaragozano Teatro de la Estación ha ofrecido la obra ‘Animalicos’, de Daniel Martos, interpretada por Gema Cruz, Ana García y Alfonso Pablo, bajo la dirección de este último, producida por la Compañía Animalicos y el propio Teatro de la Estación.

En una localidad cualquiera del amplio espectro rural de nuestro país, se ha producido un reencuentro familiar. En la casa vive Encarna, casada con Rafael, que ha desaparecido coincidiendo con la llegada de Santiago, hermano de Encarna, y Manuela, su mujer. La pareja ha acudido al pueblo en busca de dinero, para lo cual han hecho desaparecer a Rafael. Hay un quinto personaje que tampoco está en escena, Terry, el perro de caza de Rafael, del que únicamente se perciben sus ladridos durante la representación. La intención de Santiago y Manuela es encontrar el dinero que guarda la propietaria de la casa, para solucionar sus problemas económicos. Pronto queda claro que Santiago ha hecho desaparecer a Rafael, con la connivencia de su esposa, que muestra su tensión y su angustia desde la primera escena. Todo conduce a un desenlace trágico, con la muerte violenta de Santiago.

El argumento, típico de un drama rural, da pie a los protagonistas para mostrar las conexiones entre los animales y los humanos, a las que alude el título de la obra. La acción comienza con una gran viveza, decae un tanto mediado el desarrollo de la obra, para recuperar aliento en un final frenético.

Es interesante observar la adaptación al ambiente rural de la pareja que ha llegado de la ciudad. Manuela se parece cada vez más a Encarna, y Santiago retoma las costumbres de su cuñado desaparecido. El perro Terry actúa en la oscuridad, pero es un ingrediente imprescindible en la trama, tanto por su fidelidad al antiguo amo como por la obsesión que crea en Santiago, que acaba mimetizándose con él en gestos y sonidos.

Los espectadores disfrutan con este retrato de la vida real, que contiene ciertos ingredientes cómicos pero en el que predomina la sombra de la tragedia.

La interpretación de Ana García en el papel de Encarna es muy convincente desde el principio, tanto en gestos como en actitudes, tono y dicción. La de Gema Cruz y Alfonso Pablo, representando a la pareja de Manuela y Santiago, va creciendo a medida que avanza la obra y adquieren una personalidad rural tras haber desechado la urbana con la que llegaron.

El escenario queda repartido en dos espacios, contiguos pero distantes, mediante un acertado juego de luces.

A resaltar el cocinado en vivo y en directo de la carne de un conejo, que da aroma y ambiente a la obra.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.