Cultura

Aprender a rectificar a tiempo

En la vida existen muchos tipos de relaciones pero todas ellas tienen algo en común: el poder de la comunicación es fundamental para poder llegar a acuerdos, para escuchar al otro, para mejorar la calidad del tiempo, para dejar de mirar tanto por nosotros mismos y aprender a ceder.

¿Nunca te sentiste invisible ante los ojos de otra persona que te quiere? A lo mejor, simplemente, tenías que haberte animado a hablar para aclarar la situación puesto que en algunos casos una persona puede estar cegada por sus propios problemas. Problemas que le impiden ver la realidad de lo esencial.

Es curioso que cada persona muestra su afecto hacia otra de forma totalmente diferente. Se trata de algo que podrás observar en tu propio entorno igual que yo puedo analizar en el mío: existen personas que seguro que te tienen en cuenta de forma frecuente, sin embargo, no lo hacen de la forma que tú necesitas.

Existe gente que nunca te llama para quedar y, sin embargo, siempre que tú propones un plan te dice que sí. Por otro lado, también existen personas que tal vez no muestran su mejor lado a través del correo electrónico o el teléfono, sin embargo, se dan al cien por cien en el cara a cara.

Lo cierto es que creo que alguien te quiere de forma adecuada precisamente por lo que muestra cuando está contigo en las distancias cortas. También existen personas que pese a pensar muchas cosas buenas de ti, rara vez te dicen algo bonito. En cambio, hay quienes regalan un piropo con una capacidad sorprendente.

Todos somos diferentes. Esperamos algo distinto el uno del otro. Damos y recibimos en diversa forma y medida. De ahí que a veces, surge el conflicto cuando llega el encuentro de tú a tú. El encuentro no es más que la salida de la propia interioridad para llegar al corazón ajeno.

Por eso, hablar es muy sano. Romper los esquemas del otro también lo es. Si rompes los esquemas de alguien y aún así se queda eso es que le importas. De hecho, cuanto más rompas los esquemas del otro más podrá poner de su parte para ponerse en tu lugar.

La esperanza en las personas no hay que perderla nunca. Por eso, a veces, habréis descubierto que es en el empezar de cero con el otro o en una segunda oportunidad cuando podéis descubrir su verdadero yo.

Aprender a rectificar a tiempo implica tomar en cuenta en qué nos hemos equivocado desde la perspectiva del otro, qué es lo que no le ha gustado de nosotros, puesto que así podremos mejorar y evitar una actitud destructiva. Ojalá el amor a veces fuese tan evidente como pensamos.

Pero la verdad es que tal vez en su falta de evidencia reside un misterio que resulta fascinante para vivir. El amor no es evidente, sólo tienes que pararte a pensar en los casos de personas que te sorprendieron cuando menos lo esperabas, incluso, cuando dabas por perdida tu relación con el otro.

De hecho, si quieres vivir la mejor aventura de tu vida a nivel emocional, entonces, deja que el otro te sorprenda.

Foto vía: Flickr-Matthew Fang

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.