Charles Bukowski sigue en activo. Desde la tumba nos escribe la continuación de ‘Fragmentos de un cuaderno manchado de vino”, donde el autor arremete contra la realidad con unos guantes usados llenos de palabras hirientes. Lanzando oppercouts a diestro y siniestro el viejo indecente continua con sus ganas de remover el mundo tal y como lo conocemos. En este volumen de artículos y textos inéditos se reúnen los primeros cuentos que el escritor publicó en revistas a finales de los años 40, además de artículos y reseñas que escribió en diferentes publicaciones durante los años 50, 60, 70 y 80.
Bukowski vivió una vida de vagabundo aunque, según sus palabras, se sentía agradecido con los dioses. La falta de comodidades y el padecimiento que sufrió durante sus años de juventud le otorgaron un estatus de hombre sin rumbo, un outsider que necesitaba del sufrimiento para poder escribir. Sus continuos devaneos con la literatura y las mujeres fáciles lo colocaron en un pedestal del cual difícilmente podría descender. En la pangea de sus escritos reside la esencia del antihéroe; un perdedor que encandila con sus duras palabras y que golpea con todas sus fuerzas al sistema imperante. Bukowski arremete contra la figura del sueño americano y necesita romper con el perfil clásico del ciudadano de a pié.
Algunos creen que fue por las continuas palizas que le propinaba su padre a diario, otros simplemente vieron en Bukowski un rebelde que gozaba reafirmando su condición de enfant terrible de la literatura. Sea cual fuere el motivo, Charles creó en torno a su figura un halo de sedición que difícilmente le sería arrebatado.
El libro está repleto de joyas que no dejarán al lector indiferente. Dotado de un valor literario inefable, ‘Ausencia del héroe’ es un documento imprescindible para cualquier fan del escritor. Sin ningún tipo de dudas, el autor nos sigue sorprendiendo con su interminable cascada de palabras y su peculiar manera de razonar y ver al mundo. El volumen, publicado por Anagrama, incluye algunas de las críticas literarias que el autor hizo en la figura de Allen Ginsberg o Robert Creeley y ofrece, a su vez, algunas de las crónicas de sus propios recitales poéticos y algunas reseñas a su obra en cuestión.
Sin ningún tipo de dudas, ‘Ausencia del héroe’ es el espíritu del escritor. Mediante sus textos se pueden adivinar algunos matices que el lector desconocía desde entonces. La personalidad del artista aflora mediante su arte plasmado en el papel.