Cultura

Castellers: Esos castillos humanos…

Castellers

Guíame con tu escalera humana hacia el cielo, allí subiré y observaré bajo tu grandeza todo el universo…

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Foto: Pixabay

¿Alguien te dijo que se podían hacer castillos humanos? Probablemente no te estaba mintiendo, habrá podido presenciar en directo la grandeza que desprende. Bajo el sonido de las grallas, se van alzando los pilares que poco a poco van adquiriendo su forma, el castillo.

Los “castells” (castillos), son una compilación de torres humanas, llamados “castellers”. Están formados por individuos de todas las edades y condiciones. Hombres, mujeres y niños que viven de forma particular su pasión por esta disciplina, por formar parte de ella, de su historia, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas.

Os invito a entrar en una nueva forma de emocionarse… pasar y acomodaros…

¿Qué son las “Colles”?

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Foto: Pixabay

Las “colles”, son agrupaciones de personas con una jerarquía bien implantada y con una estructura organizacional bien definida. Actualmente existen más de 70 declaradas, aunque está creciendo un nuevo movimiento de formaciones en las universidades.

Tienen una fuerte base histórica, se organizan identificándose con una población y con su propia indumentaria (pantalones blancos, camisa con escudo, faja negra y pañuelo), que las hace totalmente identificables. Su organigrama está compuesto por una doble categoría, por un lado se sitúa un equipo directivo y por el otro lado, un equipo técnico.

El equipo o junta directiva, está constituida por el presidente, secretaría, vocales y representantes del equipo técnico. Sus funciones son, como en cualquier asociación, institucionales y representativas.

El equipo técnico, lo constituye el “cap de colla”, que sería el máximo responsable del engranaje, y aunque sus funciones son múltiples, delega en otras personas, el compromiso de mantener el resto de equipos de manera adecuada. Como por ejemplo el de la canalla (niños), el de pinyes y folres (composiciones de los castillos), el de las grallas y tambores (música), el de comunicación, fotografía y otras diferentes comisiones adjudicadas.

¿Cómo fueron sus inicios?

Nos sorprendería saber que el inicio de esta práctica se remonta al siglo XV, donde se identificaban como bailes valencianos, unas danzas populares y religiosas en los que se finalizaba con una construcción humana.

En el siglo XVIII se extendió su popularidad hacia el sur de Cataluña, donde su evolución tomó protagonismo, cediendo el baile a las pequeñas torres humanas (castells). Aquí apareció la rivalidad entre sus formaciones, la colla de los campesinos contra la de los menestrales.

Pero no todo fue próspero en su vida, tuvieron que sufrir los conflictos surgidos en la época, como las Guerras Carlinas, y otros diferentes sucesos que menoscabarían sus prácticas. Aun así, el 23 de septiembre de 1851 se produjo un hecho insólito, se realizaría el primer castillo de 9, dando lugar al inicio de su época dorada.

Desde el 1889 hasta el 1926, los castellers soportaron un período de decadencia, restableciendo posteriormente la actividad, con la aparición de dos nuevas colles, la de Xiquets de Tarragona y la de Nens del Vendrell.

Su segunda época dorada surgió en el 1981, donde las mujeres se incorporaron en estas construcciones, aunque anteriormente de forma puntual ya habían participado. En esta época tomó protagonismo la técnica en contraposición a la habilidad. Evaluando y perfeccionando cada pequeño detalle, las estructuras iban enriqueciéndose y aumentando su valor, tanto físico como emocional.

Actualmente los castellers, viven una etapa gloriosa, producida por diferentes factores, su expansión territorial (alcanzada a nivel internacional, con formaciones en Chile, China y Dinamarca), el incremento de la popularidad, la consolidación como patrimonio de la humanidad y su afianzamiento en la construcción de nuevas y complejas estructuras, denominadas de máxima dificultad (gama extra).

¿Qué estructura tiene un castillo?

Esta es la parte más difícil de entender de las construcciones. Un castillo se compone de un número de castellers (personas) que forman el tronco. El tronco es toda la parte visible y establece la dificultad del castillo. Por tanto, cada estructura es determinante para la colocación de sus castellers, diferenciándose las que son simples, de las compuestas.
Para que podamos comprenderlo, la estructura básica que rige cada formación sería:
– La piña. Es la base de la estructura.
– Los pisos. Son los diferentes niveles comprendidos en la formación.
– El pomo. Son las últimas plantas de la formación compuestas por los niños y cuya estructura seguiría los siguientes parámetros:
o Los doses
o El acotxador (levantador).
o La enxaneta (niño que corona el castillo).

pomo

Pero aquí no se acaba todo, hemos diferenciado anteriormente los dos tipos de estructuras existentes, las simples y las compuestas.

  • Las simples las componen el pilar (formado por una persona por piso), el dos, el tres y el cuatro.
  • Las compuestas, están formadas por la combinación de dos o más castillos de estructura simple. Eso quiere decir que, el castillo de 8 pisos de altura, formados por 4 personas en cada piso, se denominaría un 4 de 8. Un 3 de 8 estarían compuesto por 3 personas en cada piso y así sucesivamente. Lo asimilaremos mejor con unas imágenes:

4 de 9

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3 de 10 con folre y manilles

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Por si no teníamos suficiente, aun se pueden complicar más las estructuras. Podríamos encontrarnos con castillos de gama extra, con castillos con folre, con castillos con folre y manillas y con castillos con folre manillas y aguja. Aunque mejor vayamos paso a paso, ¿no creéis?

El folre es una parte de los castillos que sirve para poder reforzar el segundo piso y ayuda a mantener al tercero. Sería como si fuera una segunda piña encima de la base. Normalmente se utiliza en las construcciones de una intensa dificultad, es decir si ya resulta complicada la ejecución con este refuerzo imaginar si él. Por eso se considerara con mayor magnitud un castillo de 4 de 9 que un 4 de 9 con folre.

Las manilles, sirven también como refuerzo, pero a diferencia del folre, se sitúa sobre el tercer piso, ayundado a los cuartos, convirtiéndose en una tercera piña. Las torres que más utilizan esta compleja estructura son el pilar de 8, el 2 de 9, el 3 de 10 y el 4 de 10, hablamos ya de grandes composiciones, o castillos de gama extra, que son los que se generan a partir de 8 pisos.

En cambio la aguja, sería un pilar simple insertado dentro del propio castillo, es decir, que si tenemos una estructura de 3 de 7 con aguja, su representación física sería situar a 3 personas por piso en la estructura exterior y una en la interior formando un pilar en el medio.

¿Se puede crear alguna cosa más?

¡Por supuesto que sí, no cabe duda! la imaginación con sensatez puede dar muchos frutos, todo a base de esfuerzo y constancia. Y con todos estos ingredientes, se crearon las estructuras levantadas por debajo. ¿Nos hemos vuelto locos? Mejor explicarlo con un ejemplo.

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Foto: Pixabay

¿Cómo se formaría un 3 de 8 levantado por debajo? Esta composición ya está considerada de gama extra y aquí radica la dificultad. Al contrario que los castillos habituales que se van levantando los pisos desde la base hasta el final, aquí, se empieza la casa por el tejado, así de simple o complicado. Primero se colocan los últimos (el pomo, con los niños), alzándose desde el suelo piso a piso, a base de brazos, hasta alcanzar los 8 niveles de altura. ¿Podemos imaginar la capacidad, resistencia y aplomo para formarlo? Creo que no cabe decir nada más.

No hay que dejar de mencionar que, el éxito de la realización de todos los montajes, no radica exclusivamente en la creatividad, el esfuerzo, valentía, capacidad y otras actitudes adheridas, sino que la clave se fomenta en poder montar y desmontar el castillo. Por desgracia, en numerosas ocasiones se suele cargar un castillo sin llegar a poder descargarlo, cayendo toda su estructura, esto es lamentable, pero sucede con frecuencia. No olvidemos que es una estructura humana, aquí no hay magia, ni trampa ni cartón.

La plaza se llena de castellers, con sus pantalones blancos y su camisa característica. El silencio es absoluto, solo se percibe el sonido del cap de colla, guiando a todos sus miembros.

La piña empieza a formarse, sin dejar ningún espacio, bien solidificados, en una circunferencia perfecta, con sus radios totalmente definidos e impecables.

Bajo el sonido de la gralla suben los pilares, rígidos como troncos, concentrados como nadie, manteniendo su compostura, sin doblegarse, sin ceder a las adversidades.

Empieza a alzarse el pomo, como si fueran pequeños ángeles que levitan entre el resto, sin ningún tipo de dificultad, primero los doses, después el acotxador y por último la enxaneta.

Alza su diminuta mano, culminando la función, y el público expectante, aclama con aplausos. Todos están cansados, sus fuerzas empiezan a flaquear, pero esto aún no ha terminado, solo queda un último esfuerzo más.

Baja la enxaneta, seguida del resto de componentes del pomo, pero los terceros empiezan a temblar, advirtiendo un final imprevisible.

El esfuerzo descomunal que realizan se percibe en sus agotadas facciones, tiritan sus manos, vibran sus brazos y oscilan sus piernas, pero el sacrificio es tan grande que tiene su recompensa. Mientras tanto, descienden los quintos, seguidos de los cuartos, y al fin los terceros…

Las lágrimas se conjugan en toda la plaza, con el corazón desbocado, y el alma entregada, el castillo se ha descargado.

 

Fuerza, equilibrio, valor y cordura… el lema quedará tatuado por siempre en mi esencia.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.