Cinco historias de amor
Historias de Amor, de Microteatro Zaragoza, en La Fábrica de ChocolateUna buena parte de ustedes se habrá sentido bombardeado, en estos últimos tiempos, por opiniones de políticos y ex-mandatarios que ahora, en tiempo de crisis, postulan soluciones interesadas y demagógicas.
Se dejan ver en todos los medios de comunicación y tertulias. Todas ellas dirigidas a aportar soluciones con contenidos verbales.
Ex-presidentes y políticos que, en su momento, no decidieron con rotundidad unir sus esfuerzos para sacar adelante, entre todos, las libertades y sueños de otros muchos, que con su trabajo lograron conseguir.
No, no es mi deseo, en esta sección, incluir opinión política.
Pero en esta ocasión, he querido hacer una pequeña reseña, para resaltar la labor de otras personas, que sí aportan soluciones para la salida de esta crisis tan globalizada, como la que estamos sufriendo buena parte de la sociedad española.
Por eso yo. desde aquí, les propongo que miremos a esa clase trabajadora que intenta aportar soluciones con su trabajo diario a la sociedad, ante esa globalización en la que estamos inmersos.
Reconozco mi admiración sincera y latente, ante el tesón y esfuerzo de grupos aragoneses, en el campo de las artes escénicas y visuales.
Apoyemos a la gente que trabaja y que quiere hacerlo, en todos los ámbitos de la sociedad…
Yo desde aquí les invito a ello… Salgan de casa, paseen y disfruten de una buena película, una exposición de pintura, fotografía, etc.
O, como en este caso les recomiendo, acérquense por La Fábrica de Chocolate… Calle Lourdes nº 5 y 7 de nuestra ciudad… Zaragoza. No se arrepentirán.
Sientan y disfruten, el trabajo bien hecho de Microteatro Zaragoza.
Historias de Amor es… un abanico de escenas y situaciones creadas que reflejan vivencias cotidianas, en unos casos, y extremas, en otros.
En esta ocasión, Santiago Meléndez, junto a Pilar Molinero, Antonio Magén, Saúl Blasco y Eva Magaña presentan unas historias de amor con una puesta en escena inteligente, fresca, cercana e innovadora en su ejecución. Nos acercan el mundo de los sentimientos del ser humano. Magníficas las interpretaciones de unos personajes trabajados con profesionalidad, fieles y muy cercanos a nuestra realidad.
La cercanía física de los actores con el público, seña de identidad de Microteatro Zaragoza, impregna el espacio de una complicidad difícil de conseguir en otro tipo de escenarios y formatos.
Tengo que decirles que salí muy satisfecho de La Fábrica de Chocolate el día del estreno.
Les invito a que sientan ustedes también la sensación de disfrutar de esta propuesta escénica que les hará pasar un rato agradable y fomentará en ustedes el olvidarse momentáneamente de otros problemas cotidianos…
Permítanme continuar soñando con el día en que entre todos consigamos recuperar la ilusión de un futuro mejor… Creo que ha llegado el momento de tomarme un cafecito bien cargado… Buenas noches… ¡Sonrían, por favor!