Cultura

Cleopatra: cuando Elizabeth Taylor fue la reina de Egipto

El cine, el séptimo arte y nosotros, los espectadores, muy afortunados por poder admirar tan grandes joyas del celuloide. Crear historias, saber contarlas y crear nuevas sensaciones en el interior de las personas, independientemente del medio de expresión utilizado, es una extraordinaria cualidad del ser humano, y en el mundo del cine, ya desde sus comienzos, siempre ha habido grandes genios que nos han trasladado a mundos e historias increíbles.  

Dirigida por Joseph L. Mankiewicz, Cleopatra (1963) siempre captará el corazón de su público. En ella encontramos a una Elizabeth Taylor poderosa, majestuosa en su interpretación. Nunca dejó indiferente al espectador, pero aquí menos que nunca, porque era la reina de Egipto y la historia de Cleopatra tiene un poder divino de atracción. No importa el paso de los años y, ni siquiera, las veces que la hayas visionado, ahí están la fuerza de sus diálogos, el poder visual de sus imágenes, la grandiosidad de sus decorados, sus excelentes actores, sus cientos de figurantes, el color, la música, la danza, los mil y un vestidos de la reina, la fuerza y la valentía de una mujer, el exotismo, el amor y la pasión, la leyenda y, finalmente, la muerte.

Recordemos aquella escena en la que Cleopatra, junto a su hijo, llega a Roma y se presenta ante César (Rex Harrison). El pueblo la espera y ella hace alarde de todo su poder y riqueza con un espectacular desfile. Primero, se anuncia su presencia con jinetes a caballo y cintas de color al aire. El desfile queda inaugurado y las hermosas mujeres bailando exóticas danzas hacen acto de presencia. A estas les siguen diferentes actuaciones y puestas en escena en las que se encuentra muy presente la simbología egipcia. Finalmente, llega ella. Decenas de hombres arrastran el trono de la reina y, antes de pisar el suelo, se extiende una alfombra roja ante sus pies. Cleopatra desciende, ataviada con su traje de diosa dorada, y le muestra sus respetos a César. O aquella en la que Marco Antonio (Richard Burton) muere en sus brazos y ella, sabiéndose derrotada, decide poner fin a su vida con la mordedura de una serpiente, para así, enfundada de nuevo en su traje de diosa dorada, vivir eternamente en el otro mundo junto a su amado.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.