Cómo convertir a sus hijos en imbéciles, Lección 6
Nunca les regale un libro. No los invite a leer un libro. En lugar de un libro, regáleles cualquier cosa: un juguete, una arma, un par de guantes o una peluca…
Dígales que Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Onetti, Juan Rulfo, Asturias, Carpentier, Unamuno, Vallejo, Cortázar, Jack London, Neruda, Camus, Sartre, Unamuno, Gorki, Machado, Shakespeare, Chejov, Cervantes y Gandhi eran unos ociosos que escribían pendejadas que no retribuyen dinero a quien los lee.
Cuénteles que la libertad, la cultura y el desarrollo se logran con las armas de los soldados no con la poesía ni los pensadores ni los científicos.
Compare el fusil y la pluma, la pistola y la reflexión científica, al escultor con un violento hincha y concluya que la pistola y la violencia son mejores para este mundo.
Métales en la cabeza que la ciencia no sirve, que invertir en ciencia y cultura es perder el tiempo. Eso, ciencia y cultura, son contrarias a “los principios de la naturaleza”.
Dígales a sus hijos, tomando una pose de persona que dirá una sentencia para la eternidad “El mundo es de los prácticos, de los supervivos y no de los hombres y mujeres cultivados en lo mejor de la cultura universal”.
A sus hijos pequeños no les lleve libros, lléveles armas.
En sus computadoras instale juegos para que pasen noches enteras divirtiéndose con esos “fabulosos” entretenimientos.
Y sentencie: Los libros no entretienen, no dejan nada.
Verá: Tendrá toda una generación de imbéciles de alto nivel. Odiarán los libros, la cultura y la ciencia.
Y cumplirá su sueño: Habrá convertido a su hijo en un notable imbécil.