Hacer amigos en la universidad es sencillo puesto que en la edad en que estudiamos una carrera estamos también más predispuestos a conocer a gente nueva. De hecho, muchos estudiantes se van de Erasmus para aprender un idioma pero también, para conocer gente en el extranjero, acceder a otras culturas, descubrir nuevos paisajes…
Además, en la universidad con frecuencia se celebran fiestas de facultad en las que es posible charlar con los compañeros en un ambiente más distendido. Existen universidades que son famosas por la vida social que tienen, por ejemplo, la universidad de Salamanca.
Del mismo modo, otras ciudades como Madrid ofrecen un universo infinito de posibilidades a los jóvenes estudiantes que llegan a la capital. Sin duda, en medio de tanta novedad también es esencial descubrir el límite y el equilibrio.
El entorno laboral confronta de manera radical con el entorno universitario. Sucede dentro del propio ámbito académico puesto que los estudiantes de doctorado tienen que hacer frente a un trabajo solitario en el que existe una gran rivalidad y competitividad entre los compañeros.
Sin embargo, el trabajo no es sólo un medio de realización profesional sino que también es una forma de realización personal. Es una pena pasar por el mundo sin dejar una huella positiva en los demás. Estar en un trabajo en el que no se comparte nada más que una jornada rutinaria y a veces aburrida.
Existe un término medio entre la indiferencia y la amistad: el compañerismo. De este modo, es bonito tener momentos en la jornada diaria para compartir con los compañeros una agradable conversación en un descanso. Igual que merece la pena tomar un café en días puntuales a la salida de la empresa.
Por otra parte, existen detalles bonitos como por ejemplo, llevar pastas a la oficina en el día del cumpleaños para festejar con los demás.
Pero además, también merece la pena construir una buena amistad con alguno de los compañeros de trabajo. Se trata de una amistad que puede ser de un gran apoyo en momentos de tensión de la rutina diaria, es bueno tener confianza con alguien para poder expresar de forma íntima los sentimientos de inseguridad, miedo, inquietud o rabia.
Pero a la hora de hacer amigos en el trabajo también es esencial no forzar ninguna situación. Es decir, debemos dejar que la amistad surja de forma natural y espontánea. Cuando ya nos sentimos bien con alguien en el trabajo entonces podemos proponerle algún plan.
Sin duda, trabajaremos más contentos en un sitio en el que tenemos algún amigo y un ambiente humano.
Foto vía: Chipbip