Estamos acostumbrados a pensar en el término crisis en relación con el amor, es decir, esas épocas en el seno de la parjea en las que es necesario redescubrir la ilusión por estar con el otro y disfrutar el presente. Sin embargo, existen muchos vínculos diferentes y algunos de ellos también pueden verse afectados por una crisis. El término crisis en apariencia parece negativo, sin embargo, es una oportunidad para la superación personal y el aprendizaje.
Cualquier persona puede verse fortalecida por una crisis cuando aprende a darse cuenta de qué es lo que le sucede, y también, cuando descubre que puede encontrar dentro de sí mismo las herramientas para hacer frente al cambio. Una crisis también puede producirse en el terreno de la amistad puesto que en todo tipo de relación aparecen espectativas no resuletas por ambas partes, deseos que no siempre se cumplen.
En cierto modo, la amistad es un tipo de amor que se caracteriza por el deseo de compartir tiempo en común con el amigo y la alegría que surge al estar en su compañía. Por ello, es bonito penasr en planes diferentes ahora que llega la primavera con los que puedas renovar los lazos de amistad con esa persona con la que tal vez, no te sientes tan bien últimamente.
Las crisis con los amigos pueden surgir como consecuencia de la falta de comunicación entre ambos o también, pueden producirse ante un distanciamiento repentino en el que te preguntas qué ha pasado para que una amistad que parecía sólida se muestre frágil y débil. Lo cierto es que los distanciamientos no son malos puesto que pueden conducir a un nuevo encuentro más realista en el que la imagen que se tiene del otro es la acertada.
Al igual que sucede en el amor, también es habitual que en la euforia inicial de una nueva amistad, atribuyamos al otro cualidades que en realidad no tiene. La idealización es mágica pero con el paso del tiempo, conocemos mejor al otro. Es decir, descubrimos sus virtudes pero también sus defectos y errores frecuentes. Uno de los defectos que se deben superar para mantener una amistad fuerte es la de tener la constancia necesaria para tener gestos positivos con el amigo, por ejemplo, llamarle por teléfono, escucharle, tenerle presente en los momentos difíciles y también en los alegres.
Existen personas muy poco cuidadosas en este sentido que viven desde la pura pasividad. Personas que dan menos de lo que reciben y no se dan cuenta del agotamiento que puede causar esta situación en el otro amigo. Esta puede ser una de las príncipales causas de una crisis de amistad.
Apuesta por tus verdaderos amigos y cuida de ellos con optimismo; de esta forma el sentimiento crecerá hasta el infinito casi sin que te des cuenta.
Imagen: Extra Cine