Para ti, para mí, para nosotros.
Hemos empezado con buen pie, con buenas vibraciones, con buenos sentimientos, con optimismo, creemos que esta vez va a ser la definitiva y estamos felices porque sí, este ciclo sí.
Porque ya hemos abandonado la mala suerte, esa maldita dama de poncho oscuro que nos persigue desde hace demasiado tiempo, ahora quedará atrás, lo sabemos, lo intuimos.
Juntos, unidos, haciendo fuerza contra los elementos, poniendo nuestro afán positivo a favor de corriente, dejando que nos meza el viento del logro, de la victoria, de la consecución del objetivo.
Apartaremos los problemas, viviremos ajenos a terceras personas, nos centraremos en ti, en mí, en nosotros, en él, en ella, en ellos, por venir, deseados, amados desde ya, incluso antes de soñar con su existencia.
Los sentimientos se me agolpan a borbotones en la piel, siento el escalofrío de las buenas sensaciones, el dulce aroma del mañana, quiero soñar contigo días de vino y rosas, desayunos en familia en el balcón, paseos bajo la brisa del ocaso veraniego, un futuro por venir.
Hemos empezado con buen pie.