Extracto de la conferencia El Principito de A. Saint Exupéry . Ciclo Los Libros de Nuestra Vida. Asociación Aragonesa de Amigos del Libro. Biblioteca de Aragón. 04.10.2011
.
Buenas tardes. Gracias por su asistencia. Gracias a la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro y a su presidente Fernando Gracia por invitarme a compartir un rato con Uds.
Dentro del ciclo Los libros de nuestra vida, esta charla va a girar en torno a un libro maravilloso que pude leer en mi infancia y que he releído en pasajes de mi vida, buscando, tímidamente, la sabiduría que esconde tras su portada, así como la visión vitalista que página tras página, el autor nos regala, como sólo los maestros pueden.
Antes del libro, quiero hablar sobre quien lo escribió. Como saben se trata de ANTONIE DE SAINT-EXUPERY, aristócrata, aviador y escritor francés. Nació en 1900 y murió en 1944, sobre el mar, en su avión, en plena II guerra mundial. Escribió 13 obras publicadas entre 1929 y 2008, siete de ellas con carácter póstumo.
Su meditación se elevaba por encima de la historia inmediata: sin desconocer las amenazas que la época hacía pesar sobre el «respeto del hombre», como el pregonaba, optó por la parábola con El principito (1943), una fábula infantil de contenido lirismo e ilustrada por él mismo, que le dio fama mundial.
La prosa de Saint-Á‰xupery impresiona por un rigor en el que la desnudez retórica asegura la eficacia del relato de acción. Cercano a A. Malraux por su conciencia de la aventura humana, a J. Giono por su lirismo cósmico, a G. Bernanos por su búsqueda del absoluto, Saint-Exupéry mostró siempre que el hombre no es más que lo que hace.
El Principito se considera un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor. No pretende inculcar, sino comunicar.
El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B 612, en el que hay tres volcanes y una rosa. Pasa sus días observando hasta 43 puestas de sol desde su planeta pero también lo cuida convenientemente, eliminando la amenaza de los Baobab. Hasta cultiva una rosa.
Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.
El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar, a la Tierra, porque según le dice: El Planeta Tierra tiene buena reputación. Llega por fin y conoce al aviador que, estaba perdido en el desierto, víctima de un accidente.
Tras esta sinopsis de la obra se desarrolla el concepto del mensaje, vestido literariamente de metáforas, con las que el autor nos invita a reconocer nuestras glorias y miserias, para interpretar y entender plenamente el significado de la obra, lo cual no excluye que una misma reflexión sea interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las «insinuaciones» que hace.
La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas “importantes” de la vida y a los adultos, que tienen una curiosa tendencia a subvertir los valores. Una crítica a la lógica que todo lo resume. Un canto a la inocencia que se esconde detrás de lo mundano .De entre las frases que pueden servir de ejemplo de estos planteamientos, destaco: «La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; a primera vista podría distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche».
La trama argumental se estructura en torno a los personajes principales:
El Principito- El Narrador
A través de la narración, recibimos entrelazadas las vivencias de ambos y con el dialogo imposible, al principio, para luego convertirse en intercambio de emociones de las que surgen otros personajes como el cordero, la caja, los baobad, los volcanes, la rosa, las puestas de sol. En su viaje por el universo visita seis asteroides en los que habitan otros tantos personajes, en los que el autor retrata el lado oscuro de la gente. Representan el poder, la vanidad, las adicciones, la avaricia, la lealtad y la ciencia. Solamente el farolero merece su respeto por el sentido de lealtad a una tarea.
Existe la hipótesis de que el libro esté basado en la realidad puesto que Saint-Exupey sufrió un accidente en el desierto, seis años antes de escribir el Principito y del que salió ileso por fortuna. Quizá la aceptación de la muerte le hizo encomendarse a sus vivencias de la infancia que le sirvieron de defensa a su mente ante la soledad y el desamparo. La introspección de sus recuerdos parece configurar un guión en el que el autor es el único protagonista. Á‰l es el niño, el aviador, el narrador. Tal vez nos está contando su forma de ver la vida después de haber nacido nuevamente.
Me he permitido extraer del libro unas frases que son la síntesis de un mensaje, dentro de tantos mensajes, de libertad absoluta para discernir sobre nuestras dudas.
(Transcribo sólo dos):
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos
Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo
Mi conclusión sobre el libro es que la sabiduría y la comprensión de las cosas no se consiguen sólo leyendo libros. Es necesario observar todo lo que nos rodea porque en las cosas más insignificantes se conserva lo valioso.
Les recomiendo, si no lo han hecho recientemente, que vuelvan a leer El Principito con la mente lo más abierta posible.
Muchas gracias