Cultura

Crítica de “Balada triste de trompeta”

Podría sentarme a reflexionar durante horas, pero entonces no tendría sentido, no, ninguno, perdería ritmo, el ritmo frenético que esta crítica necesita, y sé que no lo conseguiré, pero lo intentaré, porque acabo de visionar «Balada triste de trompeta» y todavía estoy con la lengua fuera, por cansancio visual, pero ¡amigo!, ¡bendito cansancio visual! Junto a «Buried», la mejor película española del año.

Le ha costado, pero al final Álex de la Iglesia ha conseguido superar a «El día de la bestia», su mejor película hasta ahora, y para ello ha puesto toda la carne en el asador, ha tirado por la ventana todos sus complejos, se ha olvidado de su cargo ejecutivo, y ¡a lo loco!

Los primeros veinte minutos de «Balada triste de trompeta» son para enmarcar (mucho ojito con llegar tarde al cine), desde los títulos de crédito las imágenes se suceden sin solución de continuidad, regadas de violencia, pura y dura, y música celestial de la mano de Roque Baños, un comienzo que si lo hubiera firmado cualquier director de Hollywood estaríamos semanas debatiendo su tremendo talento, pues bien, el talento también existe aquí, y se llama Álex de la Iglesia.

Después la película nos lleva por unos derroteros corales que impiden limitarla a un sólo género, todos caben y todos intentan asomar la cabeza. Tal vez sea éste su único error, su falta de definición, pero a través de la composición perfecta de unos personajes únicos y atractivos en su complejidad el guión nos va llevando por los derroteros del buen cine, ése que tanto echamos de menos.

Las metáforas, imaginadas por el director o por los críticos, son infinitas y darían para miles de volúmenes de ensayos por entregas, pero es el espectador el que debe recrearse las suyas propias. De la Iglesia las arroja a nuestra cara, respetando nuestra inteligencia y dejando que cada cuál aguante su vela.

Los actores están excelentes, Antonio de la Torre borda su papel, Carlos Areces mejora en cada película y Carolina Bang, preciosa como ella sola, va tomando tablas y sus personajes se lo agradecen. Santiago Segura tiene un pequeño papel en el comienzo para recordarnos que es un gran actor, mientras que Sancho Gracia y Fernando Guillén Cuervo le dan empaque al elenco.

En definitiva, una película excelente que dejará exhausto al espectador, con un ritmo frenético que yo he intentado recrear de manera fallida, en una explosión intelectual de carácter visual que será recordada largamente en nuestro cine.

Publicado en el blog de Letras (tu revista literaria)

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Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.