Cultura

Crítica de «Daybreakers»

Dirigida por los hermanos Michael y Peter Spierig (Los no muertos), y protagonizada por Ethan Hawke, Willem Dafoe, Sam Neill y Isabel Lucas como protagonistas. Los efectos de maquillaje han corrido a cuenta de WETA Workshop, responsables de los efectos especiales de «Avatar», «District 9» o la saga del «Señor de los anillos».

DAYBREAKERS Nos lleva al año 2019 donde casi todos los habitantes del planeta han sido infectados por una misteriosa plaga que los ha transformado en vampiros. Los humanos son ahora una especie en peligro de extinción, se han convertido en ciudadanos de segunda, y se ven obligados a vivir recluidos, escondiéndose para escapar de los vampiros que se dedican a cazarlos o a criarlos en granjas donde fuerzan tanto la máquina que están a punto de causar su extinción.

Su salvación está en manos de Edward Dalton, un vampiro investigador que no se alimenta de sangre humana y está intentando dar con un sucedáneo de la sangre que pueda alimentar a los vampiros y salvar, así, a los pocos humanos que quedan. Todo parece perdido en esta carrera contrarreloj y se agotan las esperanzas de dar con una solución… hasta que Ed conoce a Audrey, una superviviente humana que le revela un impresionante avance médico. Armado con una información por la que matarían tanto humanos como vampiros, Ed deberá enfrentarse a los suyos en una batalla mortal que decidirá el destino de la raza humana.

Crítica: La película da una vuelta de tuerca más a un género que en los últimos años está tan de moda, con las sagas “Crepúsculo” y “Underworld” y los films “Soy Leyenda” o la sueca “Déjame entrar”, y todavía están más por llegar con la anunciada “Drácula” de Alex Proyas; el mundo de la televisión tampoco es ajeno a esta moda con series como “Moonlight”, la exitosa “TrueBlood”, o la recientemente estrenada “Crónicas Vampíricas”.

Tenía muchas ganas de ver «Daybreakers» por muchas cosas, primero por ver una película de vampiros decente, lo segundo es ver a Ethan Hawke y Willem Dafoe, que son dos de mis actores favoritos, y la verdad es que me ha dejado un sabor agridulce. La película comienza muy bien, mostrándonos a los vampiros en situaciones cotidianas con sus profesiones y estatus social. Una sociedad futurista que se ha adaptado a su nueva condición de vampiro, creando soluciones para poder moverse en las horas de luz, haciendo un mundo más creíble para el espectador. Pero a medida de que va avanzado el film lo que podía ser una buena película de ciencia ficción, va decayendo, convirtiéndose en una típica película de serie B, mostrándonos todas las carencias del guión, no explican como han llegado a estar en esa situación y de vez en cuando insinúan que fuera algo que podían elegir, la verdad si me dan a elegir entre ser vampiro o servir de cena, prefiero ser vampiro. Claro que con esta situación no es de extrañar que todos sean vampiros. Tampoco se libra de las comparaciones ya que recuerda a mucho a películas como “Abierto hasta el amanecer” de Robert Rodríguez y el tema que tratan ya se abordaba en la película “Soy Leyenda” con Will Smith, en el que los humanos son infectados por un virus convirtiéndolos en salvajes bestias de la oscuridad, o la forma de almacenar a los humanos, bien puede recordarnos a la saga de “Matrix” o a la fábrica de robots de “Los Sustitutos” con Bruce Willis.

Los actores están correctos aunque como digo, el guión no es para tirar cohetes. De los efectos especiales poco se puede decir ya que nos sitúan un pocos años más en el tiempo, mostrando una ciudad futurista muy similar a nuestros días con algunos avances que les solucionan el poder manejarse a la luz del día y los monstruos que aparecen son aceptables.

En definitiva una película entretenida para los amantes del género habidos de ver sangre y de escenas de humanos contra vampiros, ballesta en mano.

Fuente: Cinemascomics

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.