Malditos bastardos (Inglourious Basterds), dirigida por Quentin Tarantino y protagonizada por Brad Pitt, Diane Kruger, Christoph Waltz (premio al mejor actor en Cannes por su papel en el film), Daniel BrÁ¼hl, Mélanie Laurent, Eli Roth, Michael Fassbender, Samm Levine, B.J. Novak, Til Schweiger, Gedeon Burkhard, Paul Rust, Michael Bacall, Omar Doom, Sylvester Groth, Julie Dreyfus, Jacky Ido, August Diehl, Martin Wuttke, Richard Sammel, Christian Berkel, SÁ¶nke MÁ¶hring, Mike Myers, Rod Taylor, Denis Menochet, Cloris Leachman, Enzo G. Castellari.
Tarantino nos traslada a la Segunda Guerra Mundial. Durante la ocupación alemana de Francia, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia a manos del coronel nazi Hans Landa (Christoph Waltz). Shosanna consigue escapar y huye a París, donde se forja una nueva identidad como dueña y directora de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) organiza un grupo de soldados judíos para tomar represalias contra objetivos concretos. Conocidos por el enemigo como “The Basterds” (Los cabrones), los hombres de Raine se unen a la actriz alemana Bridget Von Hammersmark (Diane Kruger), una agente secreto que trabaja para los aliados, con el fin de llevar a cabo una misión que hará caer a los líderes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse…
Sin duda Tarantino como buen cinéfilo qué es, y amante del Spaghetti western, realiza todo un homenaje a films bélicos de los 70, como «Doce del Patíbulo» (1967) o «Inglorious Bastards», qué fue el título que recibió en los Estados Unidos, «Quel maledetto treno blindato», una producción de serie B italiana dirigida por Enzo G. Castellari, quien por otro lado, parece que tiene un pequeñito papel en la peli de Quentin. Y aunque Tarantino utiliza el mismo título para su film, no se trata de un remake.
En «Malditos Bastardos», Tarantino, crea una historia original que si bien coge de escenario la Segunda Guerra Mundial, no tiene ningún rigor histórico, y hace realidad las fantasías de más de uno. Técnicamente, imita, en una clase magistral de cine, la música y estilo de estas viejas películas, en la que como no, no falta la violencia y la sangre, en la que no queda vivo ni el apuntador, como en toda buena película del director, aunque en esta ocasión hace su aparición Pitt y Waltz, para quitarle hierro al asunto, en mi opinión lo mejor del film, dándole un punto cómico a tanta violencia, ya que por momentos se detiene en interminables diálogos, que hace que el film, se haga un poco largo e incluso aburrido, creo que dos horas y media de película es demasiado. En definitiva un buen homenaje paras los amantes del cine bélico de los 70 y ver a dos actores Pitt y Waltz que están increíbles.